washington - El candidato republicano a la Presidencia de EEUU, Donald Trump, prometió ayer “la mayor revolución fiscal en el país desde el expresidente Ronald Reagan” (1981-1989), con una importante rebaja impositiva, y calificó a su rival demócrata, Hillary Clinton, como “la candidata del pasado”. En un discurso en el Club Económico de Detroit (Michigan), Trump anunció un plan económico que incluye “rebajas de impuestos para la clase media” y “recortes masivos” de las regulaciones federales e insistió en su intención de renegociar los acuerdos comerciales internacionales suscritos por Estados Unidos.

Criticó, especialmente, las políticas económicas de Clinton como una continuación de las del presidente, Barack Obama, que “inclinan el campo de juego a favor de otros países a nuestra costa” y lamentó que “hayamos empezado a reconstruir otros países antes que el nuestro”, al citar a Detroit, centro de la industria automovilística estadounidense, como ejemplo. “Tengo un objetivo fundamental, quiero que los trabajos y la riqueza se queden en EEUU”, aseguró el magnate neoyorquino, que se encuentra por detrás de Clinton en las encuestas tras una serie de polémicas, especialmente su enfrentamiento con los padres musulmanes de un soldado estadounidense caído en Irak.

Trump recalcó que de llegar a la Presidencia sacaría a EEUU inmediatamente del acuerdo comercial Transpacífico (TPP), pactado con otras naciones de la cuenca del Pacífico, y renegociaría el tratado de libre comercio de Norteamérica (TLCAN), sellado con México y Canadá hace dos décadas.

En su propuesta económica, de la que dijo dará más detalles en las próximas semanas, citó la eliminación del impuesto de sucesiones, la reducción de la tasa a las empresas estadounidenses al 15% desde el actual 35%, la desgravación de los gastos por el cuidado de hijos y la rebaja del impuesto individual de ingreso. Durante su discurso, Trump fue interrumpido por protestas en varias ocasiones, pero esta vez el candidato republicano eludió la confrontación y esperó pacientemente a que los manifestantes fueran desalojados de la sala por los agentes de seguridad.

“EEUU merece algo mejor” Evan McMullin, exagente de la CIA y exdirector de política del Partido Republicano en la Cámara de Representantes de EEUU, anunció ayer que presentará una candidatura presidencial independiente para atraer a los conservadores desafectos con Donald Trump, el aspirante oficial de la formación. En un comunicado enviado a la cadena ABC News, McMullin aseguró que “nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto”.

“Estados Unidos merece algo mejor que Donald Trump o Hillary Clinton. Me ofrezco humildemente como un líder que puede dar una opción a millones de conservadores desafectos”, explicó el nuevo aspirante. McMullin, exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), es un experto en política de Defensa y Exteriores, pero un desconocido para los estadounidenses, lo que le augura pocas posibilidades de convertirse en una alternativa real a Trump.

Según la cadena MSNBC, McMullin, que nunca ha ocupado un cargo electo, tenía previsto lanzar oficialmente su campaña ayer con el apoyo de importantes donantes republicanos que no quieren respaldar la candidatura de Trump. McMullin ha sido muy crítico con Trump desde antes de su nombramiento como candidato oficial del Partido Republicano para la Presidencia en las elecciones de noviembre próximo.

El exempleado de la CIA ha sido el único aspirante, por el momento, en formalizar una candidatura alternativa al magnate, después de meses de rumores sobre terceras opciones cercanas a los republicanos. Trump, que nunca ha militado en el Partido Republicano ni ha ocupado con un cargo electo, se hizo el mes pasado con la nominación en la Convención Nacional Republicana sin la presencia de algunas de las principales figuras de la formación. Los choques entre Trump y varios representantes de la cúpula republicana no han cesado, de ahí que algunos miembros del partido hayan llegado a asegurar que votarían por Hillary Clinton o se centrarían en apoyar las candidaturas conservadoras en las elecciones legislativas. - Efe