LONDRES - El exalcalde de Londres y líder más carismático de la campaña del Brexit, Boris Johnson, cambió ayer la retórica sobre la inmigración en la campaña para defender que el Reino Unido salga de la Unión Europea el próximo 23 de junio, ofreciendo amnistía para los inmigrantes que llegaron al país de manera ilegal hace más de doce años. El exalcalde de Londres hizo la llamada en una reunión en Londres este domingo, tras la suspensión de la campaña como consecuencia del asesinato de la diputada laborista Jo Cox y tras las acusaciones recibidas de que el debate sobre la inmigración era demasiado tóxico.
Las palabras de Johnson no fueron bien recibidas por sus seguidores, de hecho muchos lo abuchearon y gritaron “no”. Sin embargo, el político conservador trató de calmar los ánimos, diciendo que su amnistía ayudaría a las personas que no pueden “contribuir a esta economía, no pueden pagar impuestos y no pueden participar de forma adecuada en la sociedad”.
“Económicamente es lo racional, lo que hay que hacer, para tomar de nuevo el control de un sistema que está, por el momento, completamente fuera de control”, defendió Johnson. Así volvió a repetir una vez más el eslogan “recuperar el control del sistema de inmigración” y mencionó la opción de adaptar el británico a uno similar al australiano, que utiliza puntos.
Los analistas interpretaron este movimiento un intento de desintoxicar el tema de la inmigración y de distanciarse del partido radical UKIP, tras su presentación de un cartel que muestra una cola de los migrantes con el lema “punto de ruptura” y una petición para salir de la UE, una imagen que recordó a los utilizados por la propaganda nazi.
un cartel estremecedor Así, en la misma línea, el ministro de Justicia y partidario del Brexit, Michael Gove, reconoció que se “estremeció” con el mencionado cartel usado por el UKIP, una foto tomada en Eslovenia y que su líder, Nigel Farage, defendió, diciendo que era “la verdad” y “una parte de una UE que no está funcionando”. En varias entrevistas, Farage defendió como la escena representada era “resultado directo” de la decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de abrir las puertas de su país a los refugiados sirios, calificándolo como “uno de los mayores fracasos políticos de los tiempos modernos”. En ese sentido, el ministro de Economía, George Osborne, comentó como esperaba que la muerte de la diputada Jo Cox llevase a “un debate político de menos de división en nuestro país” con “afirmaciones sin fundamento y menos retórica inflamatoria y el argumento más razonado y los hechos”.
Osborne denunció el cartel de Farage como “repugnante y vil” y reconoció que las preocupaciones sobre la inmigración son perfectamente legítimas en toda democracia occidental. “Pero creo que hay una diferencia entre la respuesta a esas preocupaciones de una manera razonable y azotar encima de esas preocupaciones, provocando la división, haciendo afirmaciones sin fundamento de que millones de personas van a entrar en el país en el próximo par de años desde Turquía, diciendo que cadáveres van a llenar las playas de Kent”.
Las encuestas muestran campañas empatadas. Tras la ventaja del Brexit en varias encuestas, un sondeo realizado por YouGov y publicado ayer en el diario conservador The Times, expone como la campaña de la permanencia en el bloque común ha recortado parte de la desventaja. Así, un 44% sería favorable a permanecer y un 43% de los ciudadanos estarían dispuestos a la salida. “Estamos en la recta final de la campaña y empieza a tomar fuerza la postura a favor de mantener el estado actual de cosas”, confirmó Anthony Wells, director de YouGov, a cargo del sondeo.
Otro sondeo divulgado ayer por la firma The Survation para The Mail On Sunday, realizado tras el asesinato de la política laborista, atribuye una ventaja de tres puntos a los partidarios de la continuidad, con un 45% del apoyo frente a un 42% a favor de la salida.
Así, de cara a la cita con las urnas, el primer ministro David Cameron, dijo que se trata de “una decisión existencial. En un artículo publicado en el diario conservador Sunday Telegraph, el político tory llamó a los ciudadanos a preguntarse “¿realmente he escuchado algo, una sola cosa, que me convenza de que dejar la Unión Europea será lo mejor la seguridad económica de mi familia?”, aseveró.
ante la duda, permanencia En lo que parece un claro intento de que la campaña vuelva a girar sobre la economía y no sobre la inmigración, Cameron también pregunta “¿Asumirían riesgos con su familia y la meterían en un vehículo averiado? No lo harían”, advirtió. Además, termina su escrito dirigiéndose a los ciudadanos indecisos: “Si no estás al cien por ciento convencido, sólo hay un lugar para poner su cruz. Si usted no sabe, no se vaya. En cambio, vote permanecer el 23 de junio”. El primer ministro afirmó que los británicos optarán por un escenario para el que no habrá “vuelta atrás”, incidiendo en que la consulta será “irreversible”. Abogar por el Brexit será “un gran error”, según su argumento, que derivará en una “incertidumbre” que durará una década.
Cameron tampoco perdió la ocasión de citar el asesinato de Jo Cox señalando que votar por la permanencia representa todo por lo que luchó la diputada laborista proeuropea.
Otras figuras políticas del país como el ex primer ministro laborista Tony Blair y el liberaldemócrata Nick Clegg firmaron una carta abierta, publicada en The Observer, en la que instan a rechazar la “división” y respaldar la opción de la permanencia.