nueva york - Más de cien países compartieron ayer sus ideas para combatir al Estado Islámico (EI) y el extremismo violento en una cumbre con la que Estados Unidos quiso generar un “movimiento global” contra esa lacra y que se topó con el rechazo de Rusia, para quien la iniciativa “mina los esfuerzos de la ONU”. El presidente estadounidense, Barack Obama, presidió la cita en la sede de Naciones Unidas para fortalecer la cooperación internacional contra grupos terroristas como el EI, Boko Haram o Al Qaeda, a la que asistieron líderes de un centenar de países, una veintena de instituciones multilaterales y activistas civiles. “Creo que lo que tenemos aquí hoy es la emergencia de un movimiento global que está unido por la misión de degradar, y en último término destruir, al EI”, dijo Obama en su discurso.

No obstante, Rusia se negó a enviar un representante de alto nivel por considerar que Estados Unidos se estaba arrogando “las funciones de la ONU” y minando los esfuerzos de ese organismo, que “tiene su propia estrategia” contra el extremismo, en palabras del embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin. En declaraciones a medios rusos, Churkin dijo que organizar en la sede de la ONU dicha cumbre es “una grave falta de respeto hacia el secretario general”, Ban Ki-moon, y “demuestra que, incluso en este edificio, Barack Obama está por encima de todos”.

Rusia había sellado una alianza militar con Irán, Irak y Siria para luchar contra el Estado Islámico y esperaba lograr que Estados Unidos y otras potencias occidentales se sumaran a ese grupo.

Estados Unidos, por su parte, mostraba abierto a cooperar con Rusia contra el EI, pero no parece dispuesto a dejar atrás la coalición de alrededor de 60 países que impulsó hace un año para combatir a los radicales yihadistas.

desacuerdo total sobre al asad Moscú y Washington están además profundamente divididos sobre el rol que debe tener el líder sirio, Bachar al Asad, en el futuro del país, como quedó patente en la reunión mantenida este lunes entre Obama y el presidente ruso, Vladimir Putin, en Naciones Unidas. “En Siria, derrotar al EI requiere, creo yo, un nuevo líder”, aseguró ayer Obama durante la cumbre. “Este va a ser un proceso complejo, y estamos preparados para trabajar con todos los países, incluidos Rusia e Irán, para encontrar un mecanismo político con el que sea posible iniciar un proceso de transición”, añadió.

Varios de los asistentes a la cumbre respaldaron esa idea, entre ellos el ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Abdulá bin Zayed al Nahyan; y su homólogo francés, Laurent Fabius. “Es muy difícil imaginar que el futuro de Siria siga confiado a alguien que, según el secretario general de la ONU, ha cometido crímenes contra la humanidad”, sostuvo Fabius.

No obstante, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quiso destacar la parte positiva y destacó que hubo entendimiento en “principios fundamentales” en la reunión celebrada entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin.

Kerry aseguró en entrevista con el canal MSNBC que en el encuentro de 90 minutos entre Obama y Putin durante la Asamblea General de Naciones Unidas hubo “acuerdo de que Siria debe ser un país unificado, unido y secular”. También de que “se debe acabar con el Estado Islámico y que debe haber una transición gestionada”, explicó Kerry, que asistió a la reunión bilateral entre ambos mandatarios. Putin mantiene que el presidente sirio, Bachar al Asad, es el líder legítimo del país y que la solución a los más de cuatro años de conflicto en Siria pasa por “fortalecer estructuras de gobierno efectivo”. Según Kerry, el encuentro entre Obama y Putin -el primer cara a cara en casi un año y que tiene lugar mientras Moscú aumenta su presencia militar en Siria- fue “constructivo” y se dio en un ambiente “franco”.

El jefe de la diplomacia estadounidense consideró que las diferencias se mantienen en los objetivos y las vías de solución que ambos países quieren abordar en Siria.

Kerry, que reiteró que la transición política es la única vía posible, aseguró que Siria necesita un líder que pueda unificar al país tras eliminar la amenaza yihadista y Asad no es ese líder: “con Asad no habrá paz”.

“Es una ficción pensar que Asad es el único que puede salvar Siria”, añadió Kerry, que apuntó a que el líder solo controla entre el 15 y 20 por ciento del territorio sirio.

Por el momento, el principal resultado de la reunión entre Obama y Putin es el de habilitar canales para evitar incidentes durante las operaciones militares separadas de Rusia y las fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

Rusia ha desplegado tropas y dos docenas de cazas en el este de Siria, mientras que Estados Unidos opera misiones aéreas para atacar posiciones del EI dentro de Siria, al tiempo que entrena fuerzas moderadas para que avances sobre el terreno y eventualmente se establezcan como alternativa a Al Asad.

Por su parte, Ban Ki-moon alertó de que los últimos datos de la ONU muestran un aumento del 70 por ciento en el flujo de los combatientes extranjeros a regiones en conflicto, e instó a hacer más para evitar la radicalización de los jóvenes. “Las redes sociales son algo central. Tenemos que ofrecer un contrapeso a los cantos de sirena que prometen aventuras pero resultan en el horror, que prometen significado pero crean más miseria”, destacó Ban.

El primer ministro británico, David Cameron, subrayó la necesidad de combatir “la visión del mundo extremista” que se expande en “las escuelas, las prisiones, las universidades...” de todo el mundo.

En el mismo sentido, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, pidió combatir el extremismo mediante la educación, un área que recibe “solo el 2% de la ayuda humanitaria” del mundo. “Muchos niños están aprendiendo demasiado jóvenes cómo odiar. No tienen esperanza ni paz”, subrayó Bokova.