Santiago - El papa Francisco instó ayer a “sembrar reconciliación” en su última homilía antes de abandonar Cuba y recalcó en una misa en el santuario de la patrona de la isla que la Iglesia quiere “tender puentes” y “romper muros”. Asimismo, Francisco añadió que los creyentes son invitados “generación tras generación” a renovar su fe, a vivir lo que denominó la “revolución de la ternura”, en una misa en la basílica de la Virgen de la Caridad del Cobre a la que asistió el presidente cubano, Raúl Castro.
El Papa hizo alusión al término “reconciliación” al final de un viaje por la isla que ayer le llevó a Estados Unidos y que ha estado precedido por el acercamiento entre La Habana y Washington, históricos enemigos irreconciliables que el 17 de diciembre pasado anunciaron la reanudación de sus relaciones. “Nuestra revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que se hace siempre compasión y nos lleva a involucrarnos, para servir, en la vida de los demás”, dijo el pontífice en su homilía en el pequeño templo de la patrona de la isla.
“Queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad”, agregó. Y comentó que los católicos quieren ser una comunidad “que sepa acompañar todas las situaciones embarazosas de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos”. Puso el ejemplo de la vida de la Virgen María al decir que cada vez que los católicos la siguen vuelven “a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño”.
La misa en la basílica menor del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a una veintena de kilómetros de Santiago, fue el penúltimo acto del papa en Cuba, antes del Encuentro con las Familias que celebró en la catedral de la segunda ciudad de la isla. Posteriormente el pontífice bendijo Santiago desde la terraza de la catedral del lado del Parque Céspedes y se dirigió al aeropuerto. En la ceremonia de despedida, en la que no hubo discursos, el Papa, acompañado de Raúl Castro, saludó antes de su partida a miembros de la jerarquía católica y del Gobierno cubano, entre otras autoridades.
Una guardia de honor y los sones de los himnos de Cuba y el Vaticano completaron la ceremonia. Raúl Castro, vestido con guayabera blanca, acompañó al pontífice, conversando con él de forma animada, hasta el pie de la escalerilla del avión, donde se despidieron un prolongado apretón de manos. De la fachada del aeropuerto colgaba una gran pancarta donde se podía leer “Buen viaje papa Francisco”. A las 12:30 horas locales -17.30 horas aquí- partió hacia Washington, donde hablará ante la ONU y el Congreso de los Estados Unidos y canonizará al franciscano español Fray Junípero Serra.
Asimismo, el Pontífice tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y previamente lo ha hecho con el presidente de Cuba, Raúl Castro, así como con su hermano Fidel, en el contexto del acercamiento de las relaciones entre ambos países en el que el Vaticano ha jugado un importante papel. De hecho, el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ya reconoció que el periplo del Papa tendría un “evidente” reflejo en la política internacional.
Por ello, acompaña a la comitiva papal el representante de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados (ministro de exteriores), monseñor Paul Richard Gallagher, algo inusual en el protocolo vaticano, que acentúa el marcado aspecto geopolítico del décimo viaje apostólico del pontificado de Francisco.
26 discursos En total, Francisco ha pronunciado ocho discursos en Cuba y le esperan otros 18 en EE.UU. 22 de ellos serán pronunciados en castellano y tan sólo usará el inglés en cuatro momentos: en el Congreso, en la Casa Blanca, en la Zona Cero y en la despedida del viaje. En el ámbito más pastoral, el momento principal del viaje a Cuba ha sido la multitudinaria misa celebrada el domingo en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde ya lo hicieron tanto Juan Pablo II en enero de 1998, como Benedicto XVI en abril de 2012.
Ya en Estados Unidos, tras haber sido en la Casa Blanca, el Papa canonizará hoy al franciscano español Junípero Serra. Mañana, el Papa pronunciará un discurso ante el Parlamento de EE.UU. y se convertirá en el primer Papa en hacerlo. “Será un mensaje dirigido no solo a los católicos, sino a todos los ciudadanos de los Estados Unidos a través de sus representantes”, explicó Lombardi. Además, Gallagher también hablará en la Asamblea de los EE.UU. Otra curiosidad del viaje relativa al personal vaticano es que viaja una mujer. Se trata de Valentina Ambrosio, que trabaja en el Laboratorio del mosaico.
Refugiados El viernes el Papa tomará la palabra ante la Asamblea General de Naciones Unidas, ante decenas de Jefes de Estado y de Gobierno en un discurso en el que previsiblemente se centrará en la crisis de refugiados. Su visita al organismo internacional coincide con la clausura de la 69 Asamblea General de la ONU y el inicio de la número 70.
Según ha señalado Lombardi, el momento del viaje más importante desde el punto de vista del ecumenismo tendrá lugar en la Zona Cero de Nueva York, donde participarán representantes e diversas religiones. Benedicto XVI rezó en el mismo lugar por las víctimas del atentado del 11 de septiembre, aunque el monumento memorial no estaba terminado.
Por último, el domingo el Papa celebrará en Filadelfia la multitudinaria misa de clausura del VIII Encuentro Mundial de las Familias en el B. Franklin Parkway. Lombardi ha confirmado que Aretha Franklin, Juanes y Andrea Bocelli cantarán en el encuentro. Previamente, visitará a unos 100 presos del Instituto Correccional Curran-Fromhold a 27 kilómetros de Filadelfia. - Efe/E.P.