washington - La fiscal general de EEUU, Loretta Lynch, aseguró ayer que la “amenaza del Estado Islámico (EI) es igual de seria, si no más, que Al Qaeda”, al subrayar la “peligrosidad” que supone para la seguridad del país. “Es muy grave”, indicó Lynch en una entrevista en la cadena ABC, en la que remarcó que se trata de “un modelo diferente de otro tipo de grupos terroristas”. “Creo que el hecho de que todavía sea nuevo para nosotros y estemos todavía tratando de determinar su alcance, lo convierte en un terrorismo muy, muy peligroso”, dijo Lynch sobre las actividades del EI fuera de Oriente Medio. Pero la amenaza yihadista se vive con toda su crudeza en esa zona. Hasta tal punto, que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció ayer que ha convocado una reunión del Consejo del Atlántico Norte para mañana a petición del Gobierno de Turquía, que ha apelado al artículo 4 del tratado de Washington al sentirse “amenazada” ante los recientes ataques terroristas.

Mientras tanto ayer mismo, la fiscal general norteamericana, que tomó posesión de su cargo a comienzos de año, aseguró que uno de los grandes motivos de preocupación es la habilidad y efectividad de EI en las redes sociales. “Tienen cerca de 20.000 seguidores en inglés en Twitter. El EI se centra en conseguir que individuos lleven a cabo actos de violencia en su nombre, y luego se apuntan su responsabilidad”, afirmó Lynch. Por ello, agregó, es “mucho más difícil predecir” sus siguientes pasos.

Lynch admite así que las autoridades de seguridad de EEUU están cada vez más preocupadas con el “terrorismo doméstico” llevado a cabo por los considerados “lobos solitarios”, individuos en territorio estadounidense que lanzan atentados sin conexión explícita con EI pero siguiendo alguno de sus predicamentos. La reciente matanza de Chattanooga (Tennessee), hace dos semanas, en la que el kuwaití nacionalizado estadounidense Mohammad Youssef Abdulazeez de 24 años, mató a cinco marines ha vuelto a elevar la voz de alarma sobre este tipo de acciones. El Buró Federal de Investigación (FBI) intenta determinar los motivos que llevaron a Abdulazeez a realizar este tiroteo, que está siendo investigado como “un acto terrorista” hasta que las pruebas no señalen lo contrario. Los investigadores examinan un viaje de Abdulazeez a Jordania el año pasado, por la sospecha de que pudiera haberse radicalizado o incluso haber recibido órdenes de grupos yihadistas.

REUNIÓN DE LA OTAN El martes una reunión del Consejo del Atlántico Norte a petición del Gobierno de Turquía abordará esta problemática. “Turquía pidió la reunión ante la seriedad de los odiosos ataques terroristas que ha sufrido en los últimos días y también para informar a los aliados de las medidas que está tomando”, dijo Stoltenberg en un comunicado de prensa. Agregó que a esa reunión extraordinaria del martes asistirán los embajadores de la Alianza Atlántica. Turquía ha pedido que se celebren esas consultas apelando al artículo 4 del tratado de Washington, que estableció la creación del organismo aliado.

“Cualquier aliado puede pedir consultas en virtud del artículo 4, cuando en su opinión considere amenazada su integridad territorial, independencia política o seguridad”, indicó el secretario aliado.

Asimismo subrayó que “los líderes de la OTAN siguen muy de cerca los acontecimientos” en ese área, al tiempo que subrayan “su solidaridad con Turquía”. Las fuerzas aéreas turcas bombardearon el sábado posiciones del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, tras lo que la guerrilla dio por finalizado el alto el fuego declarado hace dos años. La operación contra las bases del PKK en el norte de Irak fue lanzada por Turquía de manera simultánea con el bombardeo de las posiciones de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria.

El primer ministro turco en funciones, Ahmet Davutoglu, dijo el sábado que su Gobierno había autorizado “una tercera oleada de operaciones en Siria y una segunda oleada en Irak”. - DNA/Efe