Bruselas - Las instituciones acreedoras de Grecia aceleraron ayer sus contactos ante el Eurogrupo y la cumbre de líderes de los países de la moneda única convocada para hoy de urgencia para tratar de llegar a un acuerdo con el Gobierno griego sobre su deuda pública. La Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) celebraron ayer una reunión para negociar sobre una solución para Grecia, aunque fuentes diplomáticas europeas señalaron que este encuentro “solo puede ser productivo” si Atenas les remite una nueva propuesta. En cambio, aseguraron que, “por el momento, no hay propuestas nuevas”.
Según informó el Gobierno griego en un comunicado, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ha transmitido una nueva propuesta al presidente de la CE, Jean-Claude Juncker; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, insistió ayer en que Grecia debe atenerse a unas “reglas del juego” que son “compartidas” por todos los socios del Eurogrupo, y expresó su convicción de que el país solo superará su crisis si implementa las reformas comprometidas. Por otra parte, otras fuentes en Fráncfort indicaron que se ha convocado para hoy una reunión del cuadro directivo del BCE para abordar la liquidez del sector bancario griego, teniendo en cuenta que los pedidos de retirada de depósitos para el lunes ascienden ya a “1.000 millones de euros”.
Las fuentes europeas en Bruselas también confirmaron que a lo largo de la mañana se produjeron varias conversaciones telefónicas entre el presidente de la CE con Tsipras, con Merkel y con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. También indicaron que los servicios de Juncker contactaron al BCE y que, a su vez, Merkel y Hollande también hablaron juntos con Tsipras por teléfono. Tsipras, que ayer viajó a Bruselas, se reunirá hoy con Juncker.
Por lo que respecta a la nueva propuesta del Gobierno griego, algunas medidas filtradas muestran que, si bien mantiene los tipos de IVA propuestos por Atenas y su oposición al recorte de pensiones, incluye concesiones para tratar de alcanzar un terreno común con los acreedores. El nuevo plan de Grecia mantiene los tres tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), el 6,5%, el 13% y el 23%, propuestos con anterioridad, a diferencia de los dos que defienden las instituciones. Pero esta vez Atenas estaría dispuesta a cambiar la imposición sobre algunos alimentos o los hoteles para aumentar los ingresos fiscales, como piden sus instituciones acreedoras.
En cuanto a las pensiones, que es junto al IVA una de las cuestiones en que existen los mayores desacuerdos, el Gobierno estudiaría abolir las jubilaciones anticipadas a partir del próximo año, lo que ahorraría unos 200 millones de euros, así como reducir las pensiones complementarias más elevadas.
El Estado heleno está sin fondos en sus arcas y sufriendo una salida de capitales que sólo en la semana que acaba de concluir ha ascendido a unos 3.000 millones de euros. Grecia insiste en que el pacto con las instituciones acreedoras debe incluir necesariamente la reestructuración de la deuda y la flexibilización fiscal. El próximo 30 de junio vence el plazo de la segunda prórroga del rescate al país y ese día Atenas debe hacer un pago de 1.600 millones de euros al FMI. Los países de la eurozona y las instituciones internacionales ya hablan abiertamente de preparativos ante la eventualidad de que el lunes no se llegue a un acuerdo. - Efe