MADRID. Holmes ha admitido ser el causante de las muertes, pero se ha declarado no culpable por una enfermedad mental.

De hecho la defensa legal de Holmes ha venido aduciendo que el tiroteo se produjo después de un largo tobogán emocional del agresor, quien supuestamente sufriría una enfermedad mental que eventualmente incluiría delirios y alucinaciones.

No obstante, el resultado de los exámenes médicos que ha revelado el fiscal de distrito George Brauchler desestiman esa justificación.

Según informa el diario local 'Denver Post', en una de las evaluaciones psiquiátricas, Holmes confesó a un doctor que quería matar a cuanta más gente mejor. Sobre las personas heridas, Holmes aseguró que eran "daños colaterales".

"Perdió su carrera, la vida que deseaba, sus objetivos", ha declarado Brauchler. "El 20 de julio de 2012, trató de asesinar a todo un cine lleno de gente, por que pensaba que eso le haría sentirse mejor e incrementaría su autoestima", ha detallado el fiscal.