El Cairo -La aviación egipcia bombardeó ayer varias posiciones en Libia de las milicias extremistas vinculadas al grupo Estado Islámico (EI), en respuesta al vídeo del asesinato de 21 coptos egipcios y a la espera de una respuesta internacional que apoye a El Cairo contra los yihadistas. Tan solo unas horas después de hacerse pública una grabación en la que los ciudadanos egipcios son decapitados, el Gobierno de El Cairo ejerció lo que consideró como su “derecho a responder” a este “aberrante acto terrorista”, en palabras del presidente Abdelfatah al Sisi, según un comunicado de Presidencia.
Estos ataques se produjeron en cumplimiento de una resolución del Consejo de la Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad en Egipto, y ante el derecho de “defensa de la seguridad y la estabilidad de su pueblo”, señaló el Ejército en una nota. La jefatura de las Fuerzas Armadas detalló que los bombardeos se concentraron en “cuarteles, posiciones y lugares de concentración y entrenamiento, y almacenes de armas” de los extremistas del EI en Libia.
Por su parte, el Consejo Supremo para la Defensa, que ejerce de Ministerio de Defensa en el Gobierno rebelde libio instalado en Trípoli, anunció ayer que protestará formalmente ante Naciones Unidas por el bombardeo egipcio.
“No vamos a permitir que nadie entre en Libia y desestabilice su seguridad. Elevaremos quejas urgentes a la ONU y a las organizaciones internacionales de derechos humanos en contra de Al Sisi y de sus tropas brutales”, advirtió el portavoz de ese consejo, Mohamad Abdul Kafi. Además, según una fuente de seguridad de la ciudad oriental de Bengasi, al menos siete civiles murieron hoy y otros 17 resultaron heridos en los bombardeos aéreos del Ejército egipcio. Tres de las víctimas mortales son niños y dos mujeres, todos ellos habitantes de la ciudad de Derna, situada a 1.300 km al este de Trípoli y considerada el feudo de los seguidores de Abu Bakr el Bagdadi en Libia.
Gira egipcia Para el éxito de su operación de respuesta, el Ejecutivo egipcio está buscando un respaldo internacional que le apoye en su lucha contra las posiciones yihadistas en Libia y grupos terroristas. En ese sentido, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shukri, viajó la noche del domingo a Nueva York como primera escala de una gira en la que pedirá a la comunidad internacional que “afronte su responsabilidad” y adopte medidas “fuertes y efectivas” contra las organizaciones terroristas, informó un comunicado del ministerio.
Enviado por el presidente egipcio, Shukri tiene previsto reunirse “urgente e inmediatamente” con responsables de alto rango de Naciones Unidas. Mientras, el Ejército egipcio informó en su página de Facebook de que, junto a las fuerzas de seguridad, empezó a “desplegarse en todas las provincias del país para proteger las propiedades públicas y privadas, así como las carreteras, y participar en la detención de los criminales”. Por otra parte, Al Sisi acudió la mañana de ayer a la catedral de San Marcos, en El Cairo, para presentar sus condolencias al papa copto ortodoxo, Teodoro II. “El Estado egipcio hará todo lo que esté en su mano para lograr justicia como pago por las víctimas inocentes”, señaló en una nota el portavoz presidencial, Alaa Yusef.
Añadió que el mandatario criticó estos actos que “contradicen las enseñanzas de todas las religiones y valores de la decencia humana”. En ese sentido se pronunció también la Liga Árabe, que tachó los asesinatos de “acto criminal despreciable y completamente incompatible con todas las normas y ética internacional”. Las condenas llegaron ayer de todos los rincones del mundo, en especial del mundo árabe.
En este sentido, el líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasralá, señaló ayer durante un discurso: “Ninguna religión ni ninguna mente puede tolerar lo sucedido”. El dirigente del grupo chií añadió que estos actos representan una “desgracia no solo contra ellos (los coptos), sino también contra los musulmanes, contra toda persona que piensa y contra todas las religiones”.
Funerales Cientos de personas se despidieron ayer de los 21 fallecidos con un funeral en la iglesia de Santa María, en la localidad de Minia (al sur de El Cairo), de donde eran originarias la mayoría de las víctimas, informó el diario egipcio Al Ahram online. Durante la ceremonia, a la que acudieron diversas autoridades, mujeres vestidas de negro pidieron venganza para sus hijos, maridos y familiares. El portavoz del Gobierno, Hosam al Qawish, prometió a cada familia de los fallecidos, que consideró como mártires, una compensación de 100.000 libras egipcias (unos 13.000 dólares) y una paga mensual cuya cantidad no precisó.
El pasado 13 de noviembre, el EI difundió en Internet un mensaje de audio que atribuyó a su líder, Abu Bakr al Bagdadi, en el que aceptó la adhesión de otros grupos extremistas de Arabia Saudí, Yemen, Egipto, Libia y Argelia que le juraron lealtad, y anunció la expansión del califato a esos países. - Efe