buenos aires - La jueza argentina Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Alberto Nisman, pidió “no seguir politizando” la muerte del fiscal, reclamó independencia para el poder Judicial y sugirió que no se trató de un suicidio, en una audiencia convocada por la oposición en el Senado.

La jueza demandó “prudencia, respeto y ética” para la investigación del fallecimiento de Nisman.

El fiscal murió de un tiro en la cabeza en su casa el pasado 18 de enero, en circunstancias no aclaradas, en vísperas de acudir al Congreso a explicar su denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de sospechosos iraníes del atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, donde hubo 85 muertos en 1994.

“Estamos en un momento muy difícil para llevar adelante una investigación totalmente despojada de todo condicionamiento e interferencia”, dijo la magistrada, que pidió “no seguir politizando un hecho en el que todavía restan muchas cosas por despejar más allá de la convicción que tiene la familia en su totalidad”.

Arroyo Salgado, que ha sostenido públicamente que no comparte la hipótesis del suicidio del fiscal, reclamó “la independencia del poder judicial y del Ministerio Público Fiscal”, encabezado por Alejandra Gils Carbó, cuestionada por la oposición por su cercanía con la presidenta, Cristina Fernández.

La jueza apuntó además contra “la desmedida exposición mediática” que tuvieron las pruebas y las pesquisas de la investigación y consideró que eso “facilita la impunidad” y “aleja de la verdad”. - Efe