Kiev - Ucrania y los separatistas prorrusos acordaron ayer un alto el fuego y la retirada del armamento pesado durante las negociaciones de paz celebradas en Minsk con mediaciónde Rusia y de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), informó la agencia rusa TASS. Además, según la fuente bajo anonimato citada por dicha agencia rusa, las partes acordaron un mecanismo de control sobre el cumplimiento del cese de las hostilidades.
Por el momento se desconoce si ambas partes han acordado también la línea de separación de fuerzas y la zona desmilitarizada de la que debe retirarse la artillería de grueso calibre tanto de las fuerzas gubernamentales como de las milicias insurgentes. Además, Kiev y los negociadores rebeldes abordaron el estatus de las regiones de Donetsk y Lugansk y la celebración de elecciones locales en las zonas bajo control rebelde, según la fuente que no fue identificada. Los rebeldes no renuncian a la independencia, mientras el Gobierno ucraniano únicamente está dispuesto a conceder a los territorios secesionistas una autonomía limitada.
En cuanto a los comicios, Kiev no reconoce las elecciones separatistas celebradas el pasado 2 de noviembre condenadas por la comunidad internacional y que Rusia respetó, pero no llegó a reconocer.
El negociador de la autoproclamada república popular de Donetsk, Denis Pushilin, aseguró a la prensa que los separatistas habían entregado a las otras partes un proyecto de arreglo político y militar del conflicto que estalló en abril de 2014.
Seguidamente, se anunció una pausa en las negociaciones y tanto el expresidente de Ucrania Leonid Kuchma, como la representante de la OSCE, Heidi Tagliavini, abandonaron el lugar para consultas.
pendientes de la cumbre de hoy Según los expertos, del éxito de las negociaciones de ayer dependía la convocatoria de la cumbre de hoy en la capital bielorrusa entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, en la que los líderes de estos países abordarán una solución duradera para el conflicto del este ucraniano.
Las fuerzas gubernamentales ucranianas y las milicias prorrusas apuraron ayer las últimas oportunidades de ganar terreno al intensificar los combates en toda la región de Donetsk antes de la reanudación de las negociaciones de paz en Minsk. “Hace 25 minutos fue atacado nuestro Estado Mayor en Kramatorsk (región de Donetsk) con lanzaderas de misiles Tornado (Smerch)”, aseguró Petró Poroshenko, el presidente ucraniano, durante una intervención ante la Rada Suprema o Parlamento. Según fuentes oficiales, 11 personas -siete civiles y cuatro militares- murieron al impactar más de 30 misiles en el aeródromo y en el bulevar de la ciudad de Kramatorsk, donde se encuentra la base de las fuerzas gubernamentales desplegadas en el este del país.
La onda expansiva hirió a otros 32 militares y 28 civiles, entre ellos cinco niños, y causó importantes desperfectos a los edificios y comercios circundantes. Algunos de los misiles, que fueron disparados desde lanzaderas múltiples de misiles apostadas en el bastión prorruso de Gorlovka, no estallaron al caer en plena calle y fueron fotografiados por los vecinos, que colgaron las imágenes en las redes sociales. En una de las imágenes se puede ver un misil de más de dos metros Smerch -con un alcance de casi 20 kilómetros y 300 milímetros de calibre- clavado en la calzada ante la mirada curiosa de los vecinos, y otro varado en un balcón de un edificio de viviendas. Testigos oculares confirmaron a medios locales y rusos el impacto de numerosos cohetes sobre la ciudad, antaño bastión prorruso tomado a mediados de 2014 por las fuerzas leales a Kiev. Kramatorsk “era, en principio, una zona segura”, explicó el presidente, cuya acusación fue rechazada rotundamente por los separatistas prorrusos.
La autoproclamara república popular de Donetsk “no atacó Kramatorsk. Nosotros no disparamos contra las ciudades donde se encuentra la población civil, a diferencia de Ucrania. Esto es una provocación”, declaró un portavoz insurgente que insistió en que las características de las lanzaderas de misiles en poder de las milicias rebeldes impiden alcanzar Kramatorsk desde sus actuales posiciones.
Mientras, unidades de la Guardia Nacional apoyadas por efectivos del Ejército se hicieron con el control de varias ciudades en el sur de Donetsk, según el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexandr Turchinov. Tras romper las defensas enemigas, las tropas gubernamentales entraron en la ciudades de Pavlopol, Komintérnovo, Lebedinski, Berdianskoe y Shirokino. “Al enemigo se le han infligido graves pérdidas”, dijo Turchinov, quien indicó que como resultado de la ofensiva las fuerzas ucranianas han garantizado la defensa de la ciudad de Mariúpol, sede del Gobierno regional situada a orillas del mar de Azov. El objetivo final de las fuerzas ucranianas en la zona podría ser la recuperación de la ciudad de Novoazovsk, a unos 30 kilómetros al este de Mariúpol y unos 10 kilómetros de la frontera con Rusia, desde donde según Kiev separatistas reciben refuerzos y pertrechos.
Obama: acuerdo o armas El presidente de EEUU, Barack Obama, habló ayer por teléfono con su homólogo de Ucrania, Petró Poroshenko, a quien manifestó su firme apoyo a las actuales negociaciones de paz al elogiar, además, las “contribuciones” de Francia y Alemania a ese proceso. Obama y Poroshenko dialogaron sobre la situación en el este de Ucrania y las actuales conversaciones para lograr un alto el fuego, según explicó la Casa Blanca en un comunicado. Después de transmitir a Poroshenko sus condolencias por los fallecidos en el conflicto en Ucrania, Obama enfatizó “su firme apoyo a las negociaciones de paz en curso”, explicó.
Según la Casa Blanca, en su conversación de ayer, tanto Obama como Poroshenko elogiaron las “contribuciones” realizadas por Alemania y Francia a este “esfuerzo para lograr una solución pacífica y duradera al conflicto”. Ambos también coincidieron en la necesidad de que Rusia “acate” los compromisos asumidos en Minsk el año pasado y que “deberían seguir siendo la base” para un nuevo acuerdo. Si la diplomacia “fracasa”, Obama adelantó que evaluará “todas las opciones” disponibles y que el envío de “armas defensivas mortales” al Gobierno de Ucrania “es una de ellas”.