París - La policía francesa busca a supuestos cómplices de los tres yihadistas abatidos el viernes mientras se mantiene el más alto nivel de alerta en la región de París, donde hoy se celebrará una manifestación masiva contra el terrorismo. El presidente francés, François Hollande, reunió ayer en el Elíseo a su Gabinete de crisis después de que 17 personas falleciesen en los últimos tres días en tres atentados terroristas que han tenido en vilo a Francia.

Al término de ese encuentro, el quinto desde el inicio de la crisis, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, anunció que se había decidido reforzar el actual dispositivo de protección antiterrorista Vigipirate, con el despliegue de 320 militares más, para proteger ciertas instituciones públicas y lugares de culto.

La decisión responde a la situación creada por el atentado terrorista del miércoles contra la revista Charlie Hebdo, que causó doce muertos, el asesinato de una policía municipal el jueves en París y el doble secuestro del viernes, que acabó con cuatro muertos más los tres secuestradores. Reflejo del clima de tensión que vive todavía Francia es la sucesión de falsas alertas de bomba ocurridas en las últimas horas, como una que llevó ayer a desalojar un hotel del complejo Eurodisney, al este de París, donde a las pocas horas se restablecía la normalidad.

El máximo nivel de alerta, en vigor en la región parisiense de Ile-de-France desde el miércoles y en la de Picardía desde el jueves, implica un incremento de la vigilancia de las principales infraestructuras, así como de lugares y personas con mayor riesgo de sufrir un atentado.

Mientras, la policía francesa está a la búsqueda de posibles cómplices de los hermanos Sarif y Cherif Kouachi, los dos yihadistas que mataron el miércoles a doce personas en la revista Charlie Hebdo, y de Amedy Coulibaly, que el viernes mantuvo secuestrados a 15 rehenes en un supermercado de París.

En especial se busca a Hayat Boummedienne, de 26 años, que era la compañera de Coulibaly, de 32 años, y amiga de Chérif Kouachi, el menor de los hermanos, y de la esposa de éste.

A Turquía, pasando por Madrid Aunque las autoridades han emitido una orden de busca y captura contra la joven, los medios franceses han filtrado las sospechas de que se encontraba en Turquía, -a donde habría volado desde Madrid- en el momento de los hechos y de que desde ese país habría pasado a Siria.

Boummedienne, que utiliza el velo integral desde 2009, se casó en una ceremonia religiosa en 2009 con el supuesto yihadista, con quien aparece retratada en unas fotos publicadas por el diario Le Monde, en las que posa apuntando con una ballesta. Está considerada, junto a Coulibaly, como la supuesta autora material del asesinato a tiros el jueves en Montrouge, en el sur de París, de una policía municipal francesa, atentado en el que resultó herido grave otro agente.

Su compañero, antes de ser abatido el viernes por las fuerzas especiales galas, aseguró a la decena de personas que tenía secuestradas que actuaba para vengar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La conversación entre Coulibaly y los rehenes fue obtenida por la radio francesa RTL, que llamó al supermercado Hyper Cacher y pudo escucharlo al quedar el teléfono mal colgado.

El yihadista dijo estar motivado por la acción militar francesa en Malí, los bombardeos occidentales en Siria y la apatía de la población occidental al respecto, que en su opinión respalda las acciones de sus respectivos gobiernos. El agresor, cuya conversación fue retransmitida ayer por la mañana por la emisora, actuó en complicidad con los hermanos Kouachi, según la hipótesis de la fiscalía de París que investiga los atentados.

En este contexto, el primer ministro francés, Manuel Valls, apeló ayer a no bajar la guardia contra el terrorismo y a ser “implacable con los enemigos de la libertad”, contra los que aseguró que la indignación debe ser total y permanente. El jefe del Gobierno galo, en un discurso desde la localidad de Evry, en el norte del país, indicó que los autores de los diversos atentados registrados esta semana en París, en los que murieron 17 personas sin contar a los tres terroristas, golpearon los valores de la República. “Atacaron símbolos, los símbolos de Francia: la libertad de expresarse, de decir tu opinión, de caricaturizar”, dijo Valls, que consideró necesario “un mensaje de firmeza en torno a los valores republicanos y el laicismo”. La indignación, en su opinión, debe ser total, “pero no durante tres días, sino de forma permanente”, y llama a extraer lecciones de lo sucedido y a analizarlo con “lucidez”, ante la constatación de que el terrorismo es el “mayor desafío” al que se enfrenta Francia.

“El terrorismo quiere dividirnos. La movilización de los franceses es la respuesta más bella”, insistió Valls, según el cual cada uno, tanto a nivel político como ciudadano, debe “asumir su responsabilidad”.

El primer ministro reclamó que no se hagan amalgamas entre quienes cometieron los atentados y los musulmanes de Francia, y añadió que la mejor respuesta que puede darse es también la unidad nacional.

En la víspera de que se celebre en París una manifestación masiva contra el terrorismo, a la que asistirán los principales gobernantes europeos, Valls destacó que esa protesta, en la que garantizó todas las medidas de seguridad, mostrará “la dignidad del pueblo francés” y su “amor por la libertad y la tolerancia”.

Nuetanyahu, que emigren a Israel Aprovechando la conmoción, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exhortó ayer a los judíos de Francia a emigrar a Israel. “El Estado de Israel no es sólo el lugar hacia el que dirigís vuestros rezos, es también vuestra casa”, dijo Netanyahu.

Según Netanyahu, un equipo ministerial especial se reunirá en los próximos días para adoptar medidas que alienten a la emigración de judíos franceses. Con cerca de 600.000 miembros, la comunidad judía de Francia es la más grande de toda Europa y la tercera del mundo, sólo por detrás de las de Estados Unidos e Israel, cada una con más de seis millones de miembros.