París - Baño de sangre en el supermercado. La amenaza de Amedy Coulibali se cumplió punto por punto. El asalto al establecimiento judío concluyó con la muerte del yihadista y con cuatro rehenes, confirmó el presidente de la República francesa, François Hollande. Dos policías que intervinieron en la operación resultaron heridos. El presunto terrorista, fuertemente pertrechado con armas automáticas, tomó una tienda judía de alimentación donde secuestró 19 personas. Rodeado durante horas por las fuerzas de asalto francesas, el yihadista se puso en contacto con el canal de televisión BFMTV hacia las 14.00 horas. Coulibali auguró un “baño de sangre” si no se procedía a la liberación de los yihadistas atrincherados al nordeste de París, que el miércoles asesinaron a 12 personas en el semanario Charlie Hebdo y se encontraban sitiados por la policía que perseguía su rastro desde que cometieron los crímenes. Coulibali, que dijo estar coordinado con los hermanos Kouachi, -“ellos (los hermanos Kouachi) Charlie Hebdo, yo los policías”-, aseguró en la misma comunicación que obedecía “al califa del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi”. El Ministerio de Interior Francés confirmó que Amedy Coulibali fue el autor del tiroteo de Montrouge (París) en el que el miércoles murió una policía gala que se encontraba de prácticas. Además, el asaltante confirmó en su llamada a la televisión que pertenecía al Estado Islámico. Las fuerzas de élite francesas no dudaron en asaltar la tienda donde Coulibali mantenía varios rehenes secuestrados. En el interior del local se escucharon al menos cuatro ráfagas de arma automática y gritos de “al suelo” durante el asalto, que permitió la liberación de varios de los retenidos durante horas. Numerosas ambulancias esperaban en las cercanías del Hyper Cacher el dramático desenlace de la operación, que finalizó con cuatro rehenes muertos además del yihadista.

“Operación eficaz” El ministro del Interior del Gobierno francés, Bernard Cazeneuve, manifestó su “inmensa tristeza” por las pérdidas de vidas humanas, especialmente las de los rehenes. “Quiero agradecer a las fuerzas del orden, que actuaron con control, con sangre fría”, lo que “ha permitido la eficacia en la operación”, dijo Cazeneuve, que pidió “mantenerse extremadamente vigilantes”. Según los datos aportados, el secuestrador, de 32 años, también había mencionado la operación francesa lanzada en Mali tras la guerra en ese país africano y había admitido que vengaría a sus hermanos musulmanes, según difundió el canal RTL. Los negociadores que intentaron que el captor depusiera la armas, quedaron impresionados por su tranquilidad pese a la situación de máxima tensión. Ya lo había anunciado. Esperaba un baño de sangre. - Agencias

Judíos, el objetivo. El asalto al supermercado judío no fue una casualidad. El asaltante lo buscaba. “Pese a las advertencias de que había posibilidad de ataques y que muchos cerraron sus tiendas, en el comercio había varias personas que compraban las ‘jalot’ (pan trenzado para el sábado -por hoy-) y otros productos antes del inicio de la jornada sabática”, aseguró un testigo. Las alarmas estaban activadas en el distrito parisino donde se produjeron los hechos después de lo ocurrido el miércoles, Colegios y centros de culto judíos fueron evacuados poco después de que se produjera el asalto yihadista apuntó un medio israelí.

El Mosad, al corriente.

Según el Canal 10 de Israel, el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, telefoneó al jefe de del Mosad, y al responsable de los servicios secretos del interior del país para evaluar la situación. Reuvlén Rivlin, presidente de Israel, expresó su preocupación y aseguró que sus “corazones y oraciones están con nuestros hermanos del pueblo de Israel, los judíos de Francia, que están cautivos”.

Originario de la localidad Juvisy-Sur-Orge en el departamento de Ossone. Fue condenado en diciembre de 2013 a cinco años de prisión por intentar ayudar a escapar al islamista Smaïn Aït-Belkacem, un antiguo miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino que cometió un atentado en la estación de tren del Museo de Orsay en París en 1995, con 30 heridos.

Diversas fuentes señalaron a la joven como la presunta acompañante del asaltante durante el secuestro de la tienda de alimentación judía en París. Sin embargo, su rastro se ha desvanecido con el paso de las horas. Después de que su nombre apareciera en diversas informaciones, las autoridades francesas no han confirmado nada sobre su presencia o no en el supermercado.