París - Cherif y Said Kouachi habían manifestado que querían “morir como mártires” y lo hicieron ayer mientras disparaban a la Policía gala. Los dos hermanos yihadistas, presuntos autores de la masacre cometida el pasado miércoles en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, fueron abatidos por agentes de la unidad de elite de la Gendarmería, que asaltaron a primera hora de la tarde la nave donde se habían atrincherado en Dammartin en Goële, una zona industrial a cuarenta kilómetros al nordeste de París.
Tras una larga persecución, los hermanos Kouachi, de 32 y 34 años, se refugiaron durante siete horas en una imprenta de la citada localidad, donde al parecer tomaron un rehén, que fue liberado tras el asalto en buen estado. Hacia las 16.55 hora local varios testigos oyeron los primeros disparos, acompañados de unas explosiones de lo que parecían granadas de humo. Apenas cinco minutos más tarde se escuchó una nueva ráfaga de detonaciones.
Las fuerzas de seguridad establecieron un fuerte cordón policial de varios kilómetros en torno a la zona donde se produjeron los hechos. Vigilados por al menos cinco helicópteros, que sobrevolaban las inmediaciones, agentes del cuerpo de elite de la Gendarmería, el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional, se desplegaron en torno al edificio y subieron al techo de una de las naves. Los hermanos Koubachi -sospechosos del atentado contra Charlie Hebdo, en el que fallecieron doce personas- salieron de la imprenta disparando a las fuerzas de seguridad, que respondieron a los tiros de los fusiles kalashnikov causando su muerte.
Según las primeras informaciones dadas a conocer ayer, el rehén, un hombre de 26 años, salió ileso del asalto, mientras que uno o dos policías podrían haber resultado heridos en la operación. Algunos medios apuntaban que el supuesto rehén era un empleado que se había escondido al ver entrar a los yihadistas.
“Una salida pacífica” Las fuerzas especiales de intervención francesas trataron de entablar contacto con los sospechosos durante el tiempo que permanecieron en el interior de la nave. “La prioridad es establecer un diálogo para que haya una solución lo más pacífica posible”, declaró horas antes del asalto el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre Henry Brandet, a los periodistas presentes en Dammartin en Goële, al tiempo que les confirmó que los atrincherados eran “con una certeza casi total” Cherif y Said Kouachi.
En torno a las 08.40 hora local los dos hombres arrebataron por la fuerza su vehículo, un Peugeot 206, a una mujer en la localidad de Montagny-Sainte-Félicité, en el departamento del Oise, quien los identificó como los hermanos Kouachi. Según informó la cadena RTL, ambos portaban “armas automáticas”.
Los sospechosos, que a primera hora de la mañana estaban siendo buscados por la Policía Judicial gala en los bosques de la región de Picardía, a 80 kilómetros al nordeste de París, habían emprendido una huida desesperada desde que en la mañana del miércoles mataran a doce personas: ocho empleados de la publicación Charlie Hedbo, un invitado, un oficial de mantenimiento y dos policías. La operación de ayer en Dammartin puso fin a dos días de frenética persecución policial en el norte de Francia en busca de los dos hermanos, que fueron identificados apenas unas horas después de cometer el atentado contra la revista que había publicado caricaturas de Mahoma al grito de “Alá es el más grande”. - Agencias
Uno de los supuestos autores de la masacre contra ‘Charlie Hebdo’, Cherif Kouachi, habló ayer con el canal de televisión BFMTV desde la imprenta donde se había atrincherado con Said, su hermano mayor, mientras las fuerzas de seguridad los asediaban. En su intervención, antes de morir en el asalto policial, aseguró haber recibido las órdenes y la financiación de Al Qaeda en la Península Arábiga, la filial del grupo en Yemen. Asimismo explicó que había sido adiestrado por el imán Anuar al Awlaki, estadounidense asesinado en septiembre de 2011 con un ataque aéreo de drones estadounidenses en Yemen.
Said y Cherif Kouachi son viejos conocidos de la Policía francesa, pero habían logrado no disparar la alarma sobre sus intenciones. Cherif, de 32 años, ya había pasado por prisión por sus vínculos con redes yihadistas en París de captación de combatientes para Irak, mientras que Said, de 34 años, aparece en los documentos policiales de forma periférica. Nacidos en París, huérfanos y criados en un hospicio, presentaban un perfil de golfos de poca monta, jóvenes sin oficio ni beneficio que se sintieron atraídos por el discurso radical. Instalados los últimos años en la tranquila región de Reims, sus vecinos los recuerdan como tranquilos y educados.
88.000 EFECTIVOS. El Gobierno galo desplegó en todo el país 88.000 efectivos para capturar a los dos sospechosos. Los hermanos Kouachi estaban armados con kalashnikovs e incluso con un lanzagranadas.
Las autoridades francesas evacuaron las escuelas de la localidad del norte de Francia donde estaban sitiados los presuntos autores del ataque a la sede de ‘Charlie Hebdo’. Alrededor de 1.000 niños asisten a las escuelas de Dammartin en Goële. Los menores fueron trasladados hasta un gimnasio a la espera de ser recogidos por sus padres.
La Policía pidió como medida de seguridad a los habitantes de Dammartin en Goële que no salieran de sus casas ni se acercaran a las ventanas. “Estamos enclaustrados”, declaró una vecina de la zona a la emisora de radio France Info.