bogotá - El general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, una unidad especial antiguerrillera, fue secuestrado junto al cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego en Las Mercedes, un remoto caserío del departamento noroccidental del Chocó. Al parecer, el general y sus acompañantes llegaron al lugar en una lancha, vestidos de civil y sin escoltas, lo que ha abierto una gran polémica sobre los motivos que llevaron a Alzate a no seguir los protocolos en una zona con fuerte presencia guerrillera.

El secuestro de Alzate, el militar con mayor rango capturado por las FARC, llevó a la condena del Gobierno y a la decisión del presidente, Juan Manuel Santos, de suspender el ciclo de negociaciones con la guerrilla que debía comenzar ayer en La Habana. “Las FARC fueron responsables de este secuestro, un secuestro totalmente inaceptable”, indicó Santos para anunciar que el equipo negociador del Gobierno no viajaría a Cuba. Agregó que, antes de proseguir con el diálogo, “hay una serie de circunstancias que tienen que aclararse”, como “por qué estaba el general Alzate de civil, por qué le dijo a sus escoltas que no lo acompañaran, por qué se desatendió la advertencia del lanchero para que no fueran río abajo tan lejos”.

Las reacciones no se hicieron esperar y todas las fuerzas políticas se pronunciaron sobre la mayor crisis del proceso de paz, que esta semana cumple dos años, tiempo en el que se ha avanzado como nunca antes había ocurrido en los 50 años de conflicto armado.

uribe lo sabía antes que santos Uno de los primeros en pronunciarse fue el anterior presidente y actual senador, Álvaro Uribe, un gran opositor al diálogo y quien afirmó que “para el terrorismo los gestos de paz del Estado no son generosidad sino debilidad” frente a la guerrilla. Uribe, quien el domingo informó del suceso por twitter antes de que se confirmara oficialmente, insistió en que “mientras el Gobierno, sus portavoces políticos y periodísticos proponen ampliar el concepto de delito político para amparar la impunidad del secuestro, narcotráfico y otros crímenes, el terrorismo responde con el secuestro”.

Pidió así “el cese unilateral de actividades criminales”, a lo que se sumó el procurador general, Alejandro Ordóñez, quien remarcó que sólo deben proseguir los diálogos si las FARC liberan a sus cautivos, al calificar de “absurda” cualquier iniciativa dirigida a negociar una liberación.

las farc creen que fue entregado Precisamente un editorial publicado en Anncol, web controlada por las FARC, aseguraba que Uribe estaría al frente de un boicot contra el proceso, al insinuar, sin una argumentación, que el general habría sido entregado de forma premeditada a un comando guerrillero.

En ese sentido, el investigador de la Universidad Nacional, Carlos Medina, cuestionó, en diálogo con Caracol Radio, las circunstancias en la que fue secuestrado el general al destacar que se trata de un militar muy experimentado que sabía lo que estaba ocurriendo en la zona.

Medina afirmó que Alzate tenía conocimiento de que era una zona difícil y que las FARC adelantaban una campaña militar para conmemorar el tercer aniversario de la muerte del Alfonso Cano. “Me parece muy difícil las circunstancias en que se produce la retención: un general de civil, experimentado, que trabajó durante años en la unidad militar que está dedicada a combatir el secuestro, que tiene toda la claridad sobre lo que es el desarrollo del conflicto, para caer de una manera tan ingenua. Prácticamente parece que hubiera preparado los hechos para que se produjera su retención y de alguna manera generar este incidente mayor”.

Medina afirmó que el gobierno debe ponderar que un incidente de este tipo no puede poner en juego un proceso de paz que le ha costado tanto al país y que el presidente Santos es consciente de las presiones que se están ejerciendo con respecto a acelerar el tiempo de las conversaciones para que haya rápidamente un acuerdo. - Efe