milán - Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Ucrania, Petró Poroshenko, escenificaron ayer ante líderes de la Unión Europea (UE) un nuevo intento de aproximar posturas y relanzar el plan de paz para el este ucraniano, a pesar de que aún quedaron patentes las diferencias entre ellos. “Hoy acordamos la necesidad de devolver la paz y la estabilidad a Ucrania”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras participar en la reunión entre Putin y Poroshenko en Milán, que coincidió con la cumbre del foro Asia-Europa (ASEM), junto a los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.

Van Rompuy destacó que el “acuerdo general fue sobre la necesidad de avanzar en la implementación” de los acuerdos firmados el 5 de septiembre en Minsk entre el Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos del este del país, aunque reconoció que “hubo diferencias en varios aspectos”, por lo que serán “necesarias más reuniones” para abordar esas cuestiones.

La primera de ellas, la de ayer de Milán, con la presencia de Putin y Poroshenko, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande. “Vamos a seguir las discusiones en formato Normandía”, indicó Hollande en una rueda de prensa, en referencia a la reunión del pasado 6 de junio, que implicó a Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, al tiempo que señaló la importancia de solucionar la crisis ucraniana porque “le pesa a Europa”, señaló Hollande.

Las trabas que persisten en las negociaciones fueron confirmadas por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, “Efectivamente, las negociaciones están siendo difíciles. Hay muchos desacuerdos y falta de entendimiento, pero, de todas formas, éstas continúan y tiene lugar un intercambio de opiniones”, comentó.

Peskov tachó de “inflexible” la postura de algunos de los participantes en la reunión, quienes -dijo- “manifestaron una absoluta renuencia a intentar ser objetivos a la hora de valorar los sucesos en el este de Ucrania”. “Son posturas inflexibles y absolutamente llenas de perjuicios”, destacó.

Además, no descartó un cara a cara entre el jefe del Kremlin y el presidente ucraniano, en lo que sería su tercera reunión desde el estallido del conflicto en el este de Ucrania. “Por ahora, no lo sabemos, pero todo dependerá de los camaradas ucranianos. Con seguridad, nosotros estamos abiertos a ello. Esperemos que ellos no lo estén menos”, señaló.

Van Rompuy aseguró en cualquier caso que Putin “dejó claro que no quiere que se cree otra Transnistria”, en referencia a uno de los “conflictos congelados” del espacio postsoviético, y que la parte en conflicto es una parte “integral de Ucrania”.

El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, afirmó que es necesaria la verificación del alto el fuego, tener elecciones locales en el este de Ucrania “con total respeto de la ley ucraniana” y “controlar y verificar la situación en las fronteras”.

Nueva reunión el martes Barroso indicó que ayer mismo habría en Milán reuniones de expertos comunitarios, rusos y ucranianos de cara a preparar un nuevo encuentro ministerial trilateral, que tendrá lugar en Bruselas el próximo martes. “El protocolo de Minsk es de una importancia crucial. Tenemos que aplicarlo, garantizará de nuevo que Ucrania tenga un futuro. Aplicación, aplicación, aplicación, son las palabras clave”, insistió Van Rompuy. El político belga destacó que en adelante las discusiones continuarán en dos campos “específicos, pero cruciales”: la organización de elecciones en las próximas semanas y meses y el control de las fronteras. “Acordamos que éstos son asuntos importantes que se van a discutir esta tarde y en los próximos días”, dijo Van Rompuy.

El primer ministro británico, David Cameron, afirmó que Rusia debe retirar las tropas y las armas de Ucrania y reconocer la legitimidad de unas elecciones celebradas en la ex república soviética y, si esto no sucede, la UE mantendrá las sanciones contra el Kremlin.

Putin y Poroshenko abordaron la situación en la región controlada por los separatistas rusos en el este de Ucrania y Putin aseguró que la ley de autogobierno promulgada la pasada noche que les concede tres años de autonomía “no es un documento ideal pero es un paso en la buena dirección”. Los separatistas consideran que esa ley es un reconocimiento de facto de su independencia y se niegan a celebrar elecciones locales el 7 de diciembre como estipula el documento, al que consideran simplemente un marco para futuras negociaciones con Kiev.

Putin instó a Ucrania y a los separatistas prorrusos a implementar “lo antes posible” el Memorándum de Paz de Minsk. “Lamentablemente, el acuerdo no se cumple en su totalidad, tanto por parte de los representantes de Kiev como de Novorrosia (zona bajo control separatista)”, dijo Putin.

El líder ruso subrayó que la vía para solucionar el conflicto de Ucrania radica en ese Memorándum suscrito el pasado 19 de septiembre y que incluye la creación de una zona de seguridad sin armamento pesado de 30 kilómetros. Y llamó a ambos bandos a crear “lo antes posible” una línea de separación en el marco de esa zona desmilitarizada, “lo que posibilitará el cese definitivo” de los ataques contra la población civil.

Putin reconoció que hay razones para que ambos bandos incumplan el alto el fuego y citó el hecho de que en algunas localidades los milicianos siguen combatiendo para proteger a sus familias.

Reconoció también que “ciudadanos rusos” luchan en territorio ucraniano, aunque agregó que allí “y en ambos bandos también combate gente de otros países europeos”.

Poroshenko por su parte afirmó: “hemos compartido la necesidad de que el Memorándum de Minsk se aplique y se respete porque es clave para garantizar la paz en el territorio”. - Efe