méxico - El Gobierno mexicano prometió ayer resultados en las investigaciones de la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, en una jornada en la que se confirmó que los cuerpos hallados en fosas clandestinas no corresponden a los jóvenes.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aseguró que espera que “a la mayor brevedad podamos dar los resultados” y esclarecer estos hechos, ya que “la sociedad demanda justicia” sobre la desaparición producida el 26 de septiembre en Iguala y la muerte de seis personas. Peña Nieto aludió al “sentimiento colectivo de indignación que existe en el país por lo sucedido. Ello demuestra que “estamos unidos, que somos solidarios con el sufrimiento de nuestros hermanos y, lo más importante, que rechazamos la violencia venga de donde venga”, aseguró. “La violencia nunca será la solución ni el camino hacia un mejor futuro”, dijo el presidente, quien destacó que sucesos como los de Iguala, lejos de desviarle en su objetivo de lograr un país en paz y respetuoso de los derechos humanos, le “convocan a redoblar el paso”.
Los 43 estudiantes desaparecieron en este municipio del sureño estado de Guerrero tras una noche de violencia, en la que murieron seis personas a manos de policías que presuntamente estaban al servicio del cártel de los Guerreros Unidos.
El fiscal mexicano, Jesús Murillo, confirmó ayer que los 28 cuerpos calcinados encontrados en cinco fosas cercanas a Iguala no pertenecen a los 43 alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa. “En la primeras fosas encontradas (...) les puedo decir que no corresponden a los ADN de los familiares de estos jóvenes”, apuntó.
Murillo indicó que en el segundo grupo de fosas, al que las autoridades habían llegado por los testimonios de detenidos por este caso, no se hallaron cuerpos, aunque desveló que se había encontrado una tercera fosa donde ya han comenzado los trabajos de excavación.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, ya había adelantado que tenía información de que algunas de las fosas no eran recientes, por lo que expresó su esperanza de hallar con vida a los estudiantes. La nula información sobre el paradero de los 43 jóvenes ha provocado la radicalización de las protestas de sus compañeros de la Normal de Ayotzinapa y sus familiares. Con bombas caseras, piedras y palos, los estudiantes atacaron el lunes el Palacio de Gobierno de Guerrero y causaron numerosos destrozos y ayer continuaron con las protestas, aunque de un modo pacífico.
Al clamor para que aparezcan los desaparecidos se han sumado otras universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México, donde varias facultades comenzaron el martes un paro de 48 horas como protesta. José Arreola, miembro de la asamblea estudiantil de Filosofía y Letras, dijo que de momento son pocas las facultades que se han unido a la protesta, ya que en “en otras se están realizando asambleas para discutir de qué manera se suman a esta campaña de apoyo a Ayotzinapa”. Con las clases suspendidas, se realizan foros sobre derechos humanos, asambleas en las que se habla de este caso y la difusión de lo sucedido. El caso de los estudiantes desaparecidos ha alcanzado una magnitud internacional hasta el punto que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, habló en Washington sobre este tema y señaló que es preocupante, pero “no es un reflejo del país” en materia de seguridad. - Efe