TOKIO. Según confirmaron autoridades de la prefectura de Nagano a la cadena de televisión, los cuatro cadáveres fueron hallados en las laderas del monte, fuera de las rutas habilitadas para el senderismo, zonas que hoy comenzaron a ser peinadas por primera vez.
La ceniza escupida por el volcán y acumulada en la cumbre se ha convertido en un espeso barrizal debido a las lluvias de los dos últimos días, por lo que los equipos de rescate usaron hoy detectores de metales para intentar encontrar nuevos cuerpos.
Se desconoce aún si estos cuatro cadáveres corresponden a alguno de los 16 montañeros que están desaparecidos desde la erupción del Ontake el pasado 27 de septiembre.
A su vez, no se descarta que pueda haber más desaparecidos ante la dificultad para contabilizar el número de excursionistas que subieron al volcán desde las distintas estaciones de acceso el día de la erupción.
El Ontake, el segundo mayor volcán de Japón con 3.067 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, entró en erupción el pasado sábado mientras centenares de montañeros se encontraban en sus faldas y en la cima haciendo senderismo.
Se sabe que unos 250 pudieron abandonar la zona por su propio pie o fueron evacuados, 69 de los cuales sufrieron heridas de diversa gravedad, la mayoría por golpes, fracturas y quemaduras.
Las operaciones de rescate, en las que participaron casi 1.000 efectivos, se dieron hoy por finalizadas a las 15.00 hora local (GMT) y las autoridades aún no han decidido si las retomarán mañana debido a la inminente llegada del tifón Phanfone.
La Agencia Meteorológica de Japón prevé que debido al frente torrencial se acumulen en la zona desde mañana a primera hora entre 100 y 150 milímetros de precipitaciones a lo largo de las próximas 24 horas.
Por otra parte, el organismo también ha advertido a los residentes de la zona de que estén alerta ante el riesgo de avalanchas y corrimientos de tierra que puedan provocar las lluvias en combinación con la ceniza y las rocas escupidas por el volcán.
Uno de los municipios que sufre la amenaza de estos corrimientos es Kiso, pueblo a los pies del volcán desde el que se coordinan las operaciones de rescate y donde hoy varios residentes guardaron un minuto de silencio en honor de las víctimas a las 11.52 hora local (3.52 GMT), momento en el que hace una semana comenzó la erupción.
Independientemente de que pueda haber más víctimas en la cima del Ontake, su erupción es ya la que más pérdidas humanas ha provocado en Japón desde 1926, cuando hubo 144 muertos y unos 210 heridos por el estallido del monte Tokachi, en la isla de Hokkaido (norte del país).