bruselas - La Comisión Europea (CE) propuso ayer someter a pruebas de resistencia a los Estados miembros más dependientes de las importaciones de gas de Rusia para comprobar cómo soportarían una interrupción de suministro en invierno y tomar medidas para evitar que se vean afectados. "Queremos realizar pruebas de resistencia para prever la situación", señaló en rueda de prensa el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger. "El objetivo es analizar cómo puede lidiar el sistema energético con los riesgos de seguridad de suministro y, basándonos en eso, desarrollar planes de emergencia y crear mecanismos de respaldo", precisó la Comisión. Esta medida forma parte del plan que presentó ayer Bruselas para reforzar la seguridad de suministro energético de la UE, en un momento en el que la crisis de Ucrania y las tensiones comerciales por el gas entre Kiev y Moscú amenazan con afectar a los Veintiocho.

Oettinger recordó que dos terceras partes del gas que consume la Unión Europea (UE) procede del exterior (66%), principalmente de Rusia (39%), y que los únicos países comunitarios que no compran gas a Moscú son Irlanda, Reino Unido, Portugal y España. En total, 18 Estados miembros reciben gas del gigante gasístico ruso Gazprom, y de ese total seis son dependientes al 100 % de ese suministro: Letonia, Lituania, Estonia, Finlandia, Eslovaquia y Bulgaria. Las pruebas de resistencia se centrarían en principio en estos países que están en una situación más vulnerable y podrían ir acompañadas de un informe de la Agencia Internacional de la Energía dirigido a identificar qué medidas se pueden tomar para evitar una crisis de suministro.

pocas alternativas La CE reconoce que a corto plazo no hay mucho que pueda hacer, pero destaca medidas como aumentar las reservas de gas durante el verano, reducir la demanda y favorecer la utilización de combustibles distintos al gas sobre todo para calefacción. El desarrollo de infraestructuras de emergencia, como los dispositivos para permitir el flujo de gas en dos direcciones en los gasoductos y la construcción de terminales para la transformación de gas licuado, son otras de las medidas más inmediatas. A medio y largo plazo, la CE insiste en la necesidad de potenciar la eficiencia energética y completar el mercado interno. - Efe