moscu/Sebastopol/kiev - El abrumador respaldo del 96,77% los crimeos a la independencia de Ucrania como paso previo a su unión con Rusia ha puesto en marcha un implacable y detallado programa de adhesión que pese al rechazo unánime de la comunidad internacional cuenta ya con el beneplácito expreso de Moscú. Ni las amenazas ni las sanciones impuestas por la Unión Europea o Estados Unidos han surtido efecto en el Kremlin, que a través del presidente de la Cámara de Diputados, Serguéi Narishkin, se apresuró ayer a manifestar que Rusia reconocerá la independencia de Crimea en un acuerdo bilateral y luego decidirá sobre su incorporación en la Federación Rusa.

Muy pocas horas después de conocerse el resultado oficial del referéndum -1.233.002 votos a favor la unión con Rusia frente a 31.997, el 2,51 %, a favor de que Crimea continúe siendo parte del Estado ucraniano- el Parlamento crimeo aprobó una Declaración de Independencia en la que se dirige a la ONU para que reconozca la soberanía de la nueva república y, al mismo tiempo, a la Federación Rusa para que acepte este territorio como sujeto federal. La República de Crimea, hasta ahora una autonomía en el seno de Ucrania, se autoproclama como "un Estado independiente y soberano, que incluirá todo el territorio de la península bañada por el mar Negro, incluida la ciudad portuaria de Sebastopol", que acoge la Flota rusa del mar Negro y que tendrá un estatus especial.

El documento, que fue aprobado con el apoyo de 85 diputados, plasma casi todos los atributos de un país soberano, como el decreto del cambio de la hora para adaptarla al huso horario de Moscú y la nacionalización de las propiedades de las compañías estatales ucranianas de petróleo y gas. Se ordena además la disolución de las unidades militares ucranianas instaladas en el territorio de Crimea, pero los militares podrán quedarse a vivir en la península si así lo desean, según comentó el presidente del legislativo crimeo, Vladímir Konstantínov.

No parece que el ofrecimiento haya calado en Kiev, donde el Parlamento aprobó ayer por la mañana un decreto presidencial por el que se activa a 40.000 reservistas en las Fuerzas Armadas y la nueva Guardia Nacional para hacer frente a la "flagrante agresión" que supone la ocupación militar rusa en Crimea e impedir nuevas incursiones de tropas rusas en el sur y el este del país.

El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Andri Parubi, explicó ante la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) que 20.000 reservistas irán destinados a los ejércitos y los otros 20.000 a la Guardia Nacional, un cuerpo militar creado la semana pasada. La movilización de los reservistas estará acabada en un plazo de 45 días.

condiciones rusas Un día después del referéndum, tachado de ilegal e ilegítimo por una abrumadora mayoría de países y organizaciones internacionales, Rusia ha puesto encima de la mesa su propio plan para reconducir la crisis en Ucrania, plagado de condiciones imposibles de cumplir sin aceptar antes la consulta crimea.

Moscú ha propuesto a Estados Unidos y a la Unión Europea crear un "grupo de apoyo" multilateral que debería ayudar a los ucranianos a "reconocer y respetar el derecho de autodeterminación de Crimea conforme a los resultados (...) del referéndum" por el que la península decidió unirse a Rusia. En su propuesta, Rusia vuelve a acusar a las nuevas autoridades ucranianas de tolerar actividades neonazis en su territorio.

Las autoridades ucranianas no pierden tampoco detalle de sus regiones orientales, sobre todo tras conocer que un informe de Naciones Unidas mantiene que la población rusófona de Ucrania no sufre abusos de forma sistemática, pese a que ha sido escenario de violaciones de los derechos de la minoría rusa. - D.N./ Efe/E.P.