GINEBRA. La violencia armada ha sacado de las escuelas a 2,8 millones de niños, una situación que, de perpetuarse, tendrá un grave impacto en el futuro del país y en sus posibilidades de reconstrucción, dijo la representante adjunta de Unicef en Siria, Hamida Lasseko.
En un informe, el organismo especializado en la protección de la infancia calcula que más del 20 por ciento de las escuelas en Siria han quedado inhabilitadas para la enseñanza y que al menos una proporción similar de profesores ha abandonado el sistema escolar.