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Malasia investiga un posible vínculo terrorista con el avión desaparecido

Las autoridades analizan las imágenes de dos impostores del avión mientras Los servicios de Inteligencia trabajan con la hipótesis de un atentado en pleno vuelo

Malasia investiga un posible vínculo terrorista con el avión desaparecidoFoto: AFP

Mientras la angustiosa búsqueda del avión con 227 pasajeros y 12 tripulantes a bordo continúa en zonas del mar del Golfo de Tailandia sin dar resultados, las autoridades de Malasia confirmaron ayer que investigan la posibilidad de que la desaparición del aparato se tratase de un posible ataque terrorista contra el avión de Malaysia Airlines.

En esta línea se mostró rotundo el ministro de Defensa y de Transportes de Malasia, Hishammuddin Hussein. "La desaparición del MH370 no es algo que podamos tomarnos a la ligera y no podemos descartar ninguna posibilidad. Las agencias de inteligencia de países relevantes han sido informadas y compartiremos la información a medida que la investigación avance", afirmó.

La torre de control de tráfico aéreo de Subang perdió el contacto con el avión a las 02.40 horas, si bien el vuelo tenía que haber llegado a Pekín a las seis de la mañana del sábado, hora local. Al frente del aparato estaba un piloto de 53 años, que trabajaba en la aerolínea desde 1981 y acumulaba más de 18.000 horas de experiencia.

Las pistas que apuntan a las autoridades a tomar ese rumbo no son otras que la confirmación definitiva por parte de Interpol de que al menos dos pasajeros del vuelo MH370 utilizaron unos pasaportes que habían sido robados en Tailandia a sus propietarios, un ciudadano italiano, Luigi Maraldi, y otro austriaco, Christian Kozel, mientras que la identidad de otros dos está siendo investigada.

Maraldi habló ayer con la prensa tailandesa, ya que se encuentra en la isla de Phuket pasando 15 días de vacaciones. Desde allí explicó que durante sus vacaciones en julio de 2013 su pasaporte había desaparecido en extrañas maneras en una tienda de alquiler de motos en la que lo había dejado para poder alquilar el ciclomotor. Al parecer, la dueña le aseguró que había dado su pasaporte a una persona que se había hecho pasar por el marido de Maraldi.

Análisis de las imágenes "No tengo mucho más que añadir", dijo Maraldi. "No soy un extranjero que vive en Phuket. Solo voy y vuelvo como turista". El italiano se enteró de la desaparición del vuelo de Malaysian Airlines a través de una llamada de su familia, que estaba comprobando si el nombre del pasajero italiano que habían dicho las autoridades se trataba de él o de otra persona con el mismo nombre y apellido.

Las autoridades de Malasia han decidido analizar también las imágenes del circuito cerrado de televisión del aeropuerto de Kuala Lumpur, donde aparecen los dos sospechosos antes de tomar el vuelo MH370 que nunca llegó a aterrizar en Pekín. "Tenemos imágenes de CCTV de ellos desde la zona de registro hasta la de embarque y salidas", explicó el director general del departamento de Aviación Civil, Azharuddin Abdul Rahman.

Además, ayer también se hizo público que los dos viajeros que usaron los pasaportes falsos habían comprado los billetes juntos en la aerolínea China Southern Airlines y con destino final a Europa, siendo Pekín sólo una ciudad de tránsito, por lo que no fue necesario que pidiesen un visado ante las autoridades chinas. Los billetes fueron comprados en moneda tailandesa y los billetes eran contiguos, además, estaba previsto que hiciesen escala en Ámsterdam y que el italiano volase a Copenhague como destino final y el austriaco de Fráncfort.

Crecen las dudas Pero las preguntas sin respuesta parecen ir en aumento, puesto que la investigación llevada a cabo hasta el momento también desprende que el avión dio media vuelta antes de desaparecer. "Intentamos encontrar un sentido (a la maniobra) que hemos podido corroborar en los radares. No obstante, no hubo ninguna señal o llamada de emergencia del piloto, lo que nos tiene igualmente intrigados", indicó el jefe de las Fuerzas Aéreas, el General Rodzali Daud.

La empresa fabricante del avión, la estadounidense Boeing, mandó a asesores técnicos para ayudar en las labores de investigación sobre lo ocurrido con el aparato, que se unen al equipo de expertos del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte y de la Administración Federal de Aviación, enviados por Estados Unidos.

En total, participan en la operación 22 aviones y 40 embarcaciones de Malasia, Vietnam, Singapur e Indonesia. En ella se encontraron manchas de aceite, si bien, por el momento, no se sabe si tienen relación con el vuelo de Malaysian Airlines.

Por su parte, los familiares de los pasajeros chinos en el avión siguen hospedándose en un hotel en el noreste de Pekín, donde se quejan de la falta de información ofrecida por la aerolínea, y en algunos casos llegan a denunciar que reciben más datos a través de los medios de comunicación que de los propios representantes.

Un grupo de ellos ha pedido viajar a Kuala Lumpur, ya que quieren recibir información de primera mano y más actualizada de las autoridades de Malasia, tal y como explicó en una multitudinaria rueda de prensa en Pekín el miembro del equipo de gestión de la crisis de la Malasya Airlines, Ignatius Ong.

Malaysia Airlines pagará el viaje a cinco familiares de cada uno de los pasajeros, si bien muchos tendrán que esperar a tener listo su pasaporte, no tan fácil de conseguir para muchos ciudadanos chinos debido a los requisitos y reticencias de Pekín a procesarlos.

Entre los pasajeros hay un grupo de 29 artistas procedentes de ciudades dispares chinas, que habían viajado a Malasia para inaugurar una exposición de cuatro días. Entre ellos se encuentra Meng Gaosheng, el vicepresidente de la Asociación de Calígrafos de China, y a Memetjan Abra, un pintor uigur y uno de los más jóvenes del colectivo.