Damasco/El Cairo - Al menos 611 civiles sirios, la mayoría mujeres, niños y ancianos, fueron sacados ayer de la ciudad de Homs, dentro de la operación para evacuar y repartir ayuda humanitaria que llevan a cabo la ONU y la Media Luna Roja en esa ciudad. Según informó la agencia oficial de noticias, Sana, se estudia ampliar la evacuación tres días más para evacuar de la ciudad a todos los civiles que lo deseen. En declaraciones a Sana, el gobernador de Homs, Talal al Barazi, señaló que el Gobierno está dispuesto a proporcionar todo tipo de apoyo y asistencia para sacar a los civiles de los barrios del casco antiguo de Homs, y a llevar ayuda humanitaria a los que desean permanecer en sus casas. La operación para evacuar y repartir ayuda humanitaria a los civiles sitiados en el casco antiguo de la ciudad siria de Homs se reanudó ayer, pese a que en esa zona sitiada continúan los disparos y las explosiones.

La ayuda estuvo llegando ayer a los barrios más castigados de la ciudad, después de que el sábado se registraran varios ataques contra los convoyes humanitarios de la ONU y la Media Luna Roja, de los que el régimen sirio y la oposición se acusaron mutuamente. La Media Luna Roja indicó la pasada noche que, pese a los bombardeos y disparos, en los que resultó herido al menos uno de su miembros, había conseguido repartir 250 paquetes de comida y 190 con productos básicos de higiene y medicinas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, confirmó en un comunicado el reparto de alimentos y la evacuación de algunos civiles, así como que se habían producido disparos y explosiones en el casco antiguo.

Coincidiendo con esta operación, varias organizaciones denunciaron de que las fuerzas del régimen sirio atacaron y bombardearon a civiles que esperaban a ser evacuados en Homs, lo que causó muertos y heridos. Una información negada por Damasco, que aseguró que los disparos fueron efectuados por los grupos rebeldes sitiados en el centro antiguo de la ciudad.

Esta operación fue posible gracias a la tregua humanitaria de tres días acordada entre ambos bandos rivales y que fue anunciada por la ONU para permitir la evacuación de civiles y la introducción de ayuda.

La ONU, a pesar de todo La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, aseguró que la organización continuará trabajando para llevar ayuda a la ciudad siria de Homs pese a los ataques que el sábado sufrieron los trabajadores humanitarios que se encargan de la operación. "Las Naciones Unidas y nuestros socios humanitarios no vamos a ser disuadidos de hacer todo lo que podamos para llevar a asistencia a aquellos que necesitan nuestra ayuda", señaló Amos a través de un comunicado. La responsable de Naciones Unidas expresó su "profunda decepción" por la ruptura de la tregua humanitaria de tres días que el régimen y la oposición habían pactado en Homs y por los ataques dirigidos deliberadamente contra los trabajadores humanitarios.

Amos alabó el "valor y la tenacidad" de los equipos de la ONU y la Media Luna Roja que entraron en la ciudad vieja de Homs para tratar de distribuir ayuda y subrayó que los ataques que sufrieron "son un duro recordatorio de los peligros que los civiles y los trabajadores humanitarios se encuentran cada día en Siria". "Vuelvo a llamar a las partes de este brutal conflicto a respetar la tregua humanitaria, asegurar la protección de los civiles y facilitar la distribución segura de ayuda", insistió.

Varios ataques con proyectiles y disparos en el sitiado casco antiguo de la ciudad siria retrasaron el sábado el reparto de ayuda humanitaria, acciones de las que el régimen y la oposición se acusan mutuamente.

La operación para evacuar y repartir ayuda humanitaria a los civiles sitiados en la zona se reanudó a pesar de que proseguían los disparos y las explosiones en el centro histórico de la ciudad.

hizbulá seguirá combatiendo Por su parte, el número dos del grupo chií libanés Hizbulá, Naim Kasem, afirmó ayer que sus milicias continuarán en Siria, donde combaten junto a las tropas del Gobierno del presidente Bachar al Asad, y aseguró que pronto vencerán "a los takfiríes (extremistas suníes) y a quienes los apoyan". "Continuaremos nuestro trabajo y seguiremos comprometidos en nuestros posicionamientos políticos. Somos la resistencia contra Israel allí donde estamos", dijo Kasem en una ceremonia en el barrio de Ouzai, en el sur de Beirut, según un comunicado del grupo chií.

Para Kasem, los takfiríes tienen un proyecto "destructor y criminal que fue lanzado desde Siria y en el que participan además los estadounidenses e israelíes". "Su objetivo es crear un nuevo Oriente Medio que coincida con el arrogante proyecto israelí. Finalmente saldremos victoriosos, esperen y verán", agregó el lugarteniente del jeque Hasan Nasrala, líder supremo de Hizbulá.

En mayo de 2013, Nasrala dijo públicamente que sus combatientes participan en la guerra de Siria junto a las tropas del régimen de Damasco, a lo que siguió un incremento de los atentados terroristas contra áreas controladas por Hizbulá en el Líbano.

Kasem acusó a las localidades de Yabrud, en Siria, y de Arsal, en el Líbano, de cobijar a "criminales de varias nacionalidades" y de ser el origen de la mayor parte de los atentados con coche bomba que ha sufrido el Líbano últimamente, la inmensa mayoría de ellos contra Hizbulá. - Efe