Kabul. Al menos 21 personas murieron, trece de ellas extranjeras, y cuatro resultaron heridas en un ataque suicida reivindicado por los talibán y perpetrado en la tarde del viernes contra un restaurante frecuentado por extranjeros en el centro de Kabul. Entre los fallecidos se encuentran el máximo responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Afganistán, Wabel Abdalá, y tres funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Un testigo indicó a la agencia afgana Pajhwok que el atentado tuvo lugar en la zona de Wazir Akbar Khan hacia las 19.15 horas del viernes. En este distrito se encuentran numerosas embajadas y edificios gubernamentales. El restaurante de lujo objeto del atentado es un local de comida libanesa que contaba con fuertes medidas de seguridad y es conocido ente la comunidad de expatriados y también entre los dignatarios que visitan Kabul. Según el jefe de la Policía de Kabul, tres terroristas participaron en el ataque aunque solo uno hizo estallar su carga explosiva en el local, después de que los otros dos fueran abatidos por las fuerzas de seguridad.
Según testigos, tras la deflagración se escuchó un breve intercambio de disparos en el área. Los testigos agregaron que las fuerzas de seguridad acordonaron la zona y sobre ella sobrevolaban helicópteros militares.
El movimiento insurgente explicó que "el ataque fue en venganza por la acción de las fuerzas extranjeras de hace dos días en la provincia de Parwan, donde arrasaron diez casas y mataron a mujeres y niños indefensos". Según las autoridades de Kabul, al menos ocho civiles murieron en esta operación, liderada por las tropas afganas pero en la que participaron las fuerzas de la OTAN.
Este atentado coincide con el inicio del último año de despliegue de las tropas de la OTAN en Afganistán, de acuerdo con un calendario de retirada gradual que concluirá el próximo diciembre, cuando las fuerzas locales asumirán la seguridad en todo el territorio afgano. Este proceso no ha conseguido frenar la espiral de violencia en el país asiático.
repulsa Tanto el FMI como la ONU, además de otros países y organismos, expresaron su repulsa por este atentado. "Son noticias trágicas y en el Fondo estamos todos desolados. Nuestros corazones están con la familia y los amigos de Wabel, así como con los seres queridos de las otras víctimas del ataque", decía ayer en un comunicado la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Wabel Abdallah, de 60 años y con nacionalidad libanesa, fue nombrado máximo representante del FMI en Afganistán en 2008, tras haber trabajado para este organismo en diferentes puestos.
Por su parte, la ONU condenó estos ataques contra civiles "por ser inaceptables y quebrantar de manera flagrante las leyes internacionales en materia humanitaria".