BRUSELAS. "Los Estados miembros deberían poder poner un tope (a la entrada de ciudadanos comunitarios) si creen que hay problemas con la migración económica", ha reclamado May, que ha pedido que se aproveche la reforma de los Tratados que reclama el primer ministro británico, David Cameron, para introducir estos cambios.

Por lo que se refiere a futuras entradas de nuevos países a la UE, Londres plantea "ralentizar el pleno acceso al libre movimiento hasta que podamos estar seguros de que no se va a producir una migración masiva, por ejemplo exigiendo a los Estados miembros un cierto nivel de ingresos per cápita".

May ha explicado que además Reino Unido ya está tomando medidas a nivel nacional para impedir los abusos en el acceso a su sistema de seguridad social por parte de ciudadanos de otros Estados miembros.

La vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, le ha replicado que "el libre movimiento es un derecho básico en el mercado interior, para bienes, servicios, capitales y seres humanos y no puede cuestionarse".

"Si hay fraude, debe combatirse a nivel de Estados miembros", ha sostenido, alegando que en algunos Estados miembros los sistemas de seguridad invitan al fraude. "Los Estados miembros deben hacer sus tareas y combatir el fraude", ha insistido.

Por su parte, Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia han publicado una carta conjunta dirigida a Reino Unido en la que sostienen que los inmigrantes procedentes del este y el centro de Europa han sido "enormemente beneficiosos para la economía británica", defienden la libre circulación y piden que cualquier medida para combatir el fraude sea compatible con la legislación de la UE.