Ginebra. El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbasa Araqchi, aseguró que su país considera como una "línea roja" en las negociaciones las actividades de enriquecimiento de uranio, por lo que no aceptará suspender este proceso. "Hemos perdido nuestra confianza... No podemos entrar en conversaciones serias hasta que la confianza se recupere. Eso no significa que detengamos las negociaciones".
Araqchi realizó estas declaraciones coincidiendo con la celebración de una nueva ronda de conversaciones de la República Islámica con el foro 5+1 (los cinco socios permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania). La última ronda de negociaciones fracasó en medio de acusaciones de que Francia endureció la postura para incluir también que Irán dé pasos para frenar el reactor de agua pesada en Arak, que Occidente teme que pueda constituir una segunda vía para mantener el programa nuclear a partir de la transformación del plutonio.
El 5+1 ya ofreció hace meses a Irán relajar algunas sanciones si acepta abandonar el enriquecimiento de uranio al 20%, que saque del país las reservas de uranio a este nivel o las reconvierta y poner fin a las actividades de su planta subterránea de Fordo, aunque también han incluido ahora el problema del reactor de Arak. La nueva ronda se produce tras el acuerdo alcanzado entre la AIEA y el Gobierno de Irán que prevé que inspectores puedan visitar el reactor de Arak y la mina de uranio de Gachin.