santiago. La exmandataria y candidata de la coalición de centroizquierda Nueva Mayoría a las elecciones de Chile, Michelle Bachelet, logró ayer un contundente triunfo sobre el resto de sus contrincantes, pero no logró el 50% de los votos necesarios para proclamarse la vencedora en la primera vuelta. Con el 54% de los votos escrutados, la expresidenta obtenía el 46,63%, frente al 25,23% de su inmediata rival, la oficialista Evelyn Matthei. Por lo tanto, ambas se enfrentarán de nuevo el próximo 15 de diciembre, con un resultado más que previsible: el triunfo final de Bachelet.
En el tercer y cuarto lugar se quedaron el exdiputado socialista Marco Enríquez-Ominami, con el 10,64%, y el derechista populista Franco Parisi, con un 10,63%, respectivamente. Durante toda la campaña, los sondeos han venido augurando una victoria de la exmandataria socialista, y su gran apuesta era obtenerla en la primera vuelta. El resultado de ayer, por lo tanto, puede considerarse en parte un fracaso para su equipo de campaña. Michelle Bachelet acudió a votar a primera hora de la mañana en la zona oriente de Santiago, donde saludó a sus seguidores y ofreció una breve rueda de prensa.
"Quiero invitar a que las personas a lo largo y ancho de Chile se levanten, participen y vayan a votar", manifestó Bachelet, quien se mostró optimista de lograr el 50% necesario para proclamarse, ayer mismo, presidenta electa. "Sí, y por eso que hemos llamado a la gente a que vaya a votar y exprese sus sentimientos y sueño de país", expresó. Sus expectativas no se cumplieron finalmente.
Esta era la apuesta de sus rivales. "Esperamos pasar a segunda vuelta", reconoció la candidata Matthei tras votar. Poco después, su equipo de campaña lo celebraba ya como una victoria. Sin embargo, a pesar de que lograron su objetivo, el resultado de ayer refleja también el hundimiento de la derecha chilena, que se quedó a veinte puntos de Bachelet. La exmandataria, que ha anunciado cambios profundos en caso de llegar a La Moneda, cuenta con un gran apoyo popular entre los chilenos, que valoran positivamente su primer mandato y, sobre todo, su carácter cercano y amable.
Participación Todos los candidatos coincidieron en hacer efusivos llamamiento al voto. Y es que, por primera vez en unas presidenciales, el sufragio no era obligatorio. La primera vez que se aplicó este sistema, en las municipales del año pasado, la abstención rondó el 60%. La jornada electoral transcurrió en calma y con pocos incidentes. El más destacado: la ocupación, durante dos horas, de la sede central de campaña de Bachelet -la previsible ganadora final- por parte de un grupo de jóvenes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), lo que parece un anticipo de la presión que prometen ejercer los estudiantes sobre el futuro gobierno.
Los movimientos sociales han tomados las calles de Chile los últimos años y no parece que tengan intención de dar por terminada su lucha. Los jóvenes portaban que ayer ocuparon la sede de la campaña de Bachelet portaban pancartas con lemas como "El cambio no está en La Moneda, sino en las grandes Alamedas". En este sentido, Isabel Salgado, portavoz de la organización, explicó a los periodistas que la acción se debía al rechazo a las elecciones de ayer. "Nosotros hemos crecido viendo que en los años electorales los ofertones llegan, pero uno se da cuenta de que las promesas electorales valen bien poco", declaró Salgado. "En el 2006 también prometió un cambio en la educación y engañó a los estudiantes", denunció la joven.
Los alumnos de enseñanza secundaria y universitaria han realizado multitudinarias manifestaciones en los últimos años en demanda de una educación pública y gratuita, al tiempo que se termine con el sistema neoliberal que instauró el dictador Augusto Pinochet y que ha imperado desde el retorno a la democracia en 1990. Bachelet se comprometió durante la campaña a cumplir con la primera exigencia en un plazo de cuatro años con los ingresos que aportará la reforma tributaria que plantea en su programa electoral; sin embargo, los analistas no creen que resulte tan fácil. En las elecciones de ayer también se renovaba una parte del Legislativo y habrá que ver cómo queda el reparto de escaños y si Bachelet contará con los apoyos suficientes para llevar adelante sus reformas. Asimismo, deberá lidiar con las diferentes fuerzas al interior de su coalición, entre las que se encuentran el Partido Comunista, más en sintonía con los estudiantes que con la exmandataria.