nairobi. El jefe del Ejército de Kenia, general Julius Karange, afirmó que el atentado fue cometido por un grupo "multinacional", pero se negó a confirmar las nacionalidades de sus integrantes. Más explícita fue la ministra de Exteriores keniana, Amina Mohamed, quien afirmó a la televisión pública estadounidense que entre los asaltantes había "dos o tres norteamericanos" muy jóvenes, de unos 18 y 19 años, y una mujer británica. Los estadounidenses son de origen somalí pero "vivían en Estados Unidos, en Minnesota y otro lugar", afirmó Mohamed a PBS. Sobre la británica, dijo que no era la primera vez que participaba en un acto terrorista. "Creo que lo hecho varias veces antes", lo que subraya la naturaleza internacional del terrorismo, consideró. Y muestra que los gobiernos tienen que coordinarse mejor para combatirlo.

EEUU desconoce la identidad Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, se negó a confirmar esta versión y aseguró que lo estaban investigando. "En este momento no tenemos pruebas determinantes sobre las nacionalidades o identidades de los atacantes", indicó al Washington Post.

Cuando estaba a punto de finalizar el asalto, un portavoz de Al Shabaab se atribuyó la responsabilidad por la operación -muy coordinada con granadas y armas automáticas- y aseguró que no negociarían con el gobierno. La fuente afirmó a una emisora de radio en Somalia que los combatientes que quedaban lucharían hasta el final, al tiempo que calificó la masacre como parte de la yihad (guerra santa) global.

Los gobiernos de Canadá, Francia, Reino Unido, Sudáfrica, Holanda y Estados Unidos confirmaron que hay ciudadanos de sus países entre los muertos o heridos.

Kenyatta habla al país Poco después, en una alocución televisada a la nación, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, declaraba el fin de la ocupación del centro comercial de Nairobi asaltado por islamistas radicales el pasado sábado, que concluyó con la muerte de cinco terroristas. "Hemos avergonzado y derrotado a nuestros atacantes", afirmó Kenyatta quien subrayó que las pérdidas causadas por esta acción terrorista han sido "inmensas". El jefe de Estado precisó que, aparte de los cinco asaltantes muertos, han perdido la vida 61 civiles y seis soldados kenianos, al tiempo que 62 personas siguen hospitalizadas. No obstante, el presidente advirtió de que tres pisos del centro comercial Westgate se habían desplomado y que había cuerpos sepultados entre los escombros, entre ellos algunos de los integrantes del comando asaltante.

Asimismo, el mandatario indicó que once personas habían sido detenidas en relación con el ataque. "Estos cobardes responderán ante la Justicia", recalcó el gobernante keniano. Kenyatta declaró también tres días de duelo nacional, que empezarán mañana y durante el que las banderas ondearán a media asta en todo el país. La ocupación del centro comercial, uno de los más lujosos de la capital keniana, es la peor acción terrorista que sufre Kenia desde el atentado de 1998 contra la Embajada de Estados Unidos en Nairobi, que dejó más de 200 muertos.