londres/moscú. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dio ayer en Londres un plazo de una semana al régimen sirio de Bachar al Asad para entregar sus armas químicas a la comunidad internacional para evitar un ataque estadounidense, aunque consideró poco probable que el gobierno de Damasco lo haga. Preguntado en rueda de prensa sobre si hay algo que Al Asad pueda hacer para evitar un ataque, Kerry se mostró pesimista. "Por supuesto, podría entregar todas sus armas químicas a la comunidad internacional la próxima semana, entregarlo todo y permitir un recuento completo", dijo el secretario de Estado. "Pero no lo va a hacer y no puede hacerse". "El riesgo de no actuar es mayor que el riesgo de actuar", afirmó Kerry. Para el jefe de la diplomacia estadounidense no hay duda de que el régimen de Al Asad es el responsable del uso de armas químicas en el país. "Sabemos de donde vinieron los misiles y donde cayeron", dijo Kerry, que acusó al régimen de haber intentado borrar las huellas de lo ocurrido con cuatro días de bombardeos.

A pesar de todo, Kerry, reconoció que el fin del conflicto civil en Siria pasa por una "solución política" y "no militar", si bien insistió en que el régimen sirio debe "rendir cuentas" por el uso de armas químicas.

Kerry agregó que él y el presidente estadounidense, Barack Obama, están "totalmente de acuerdo" en que el fin definitivo del conflicto en Siria "requiere una solución política", pero que "una resolución no se encuentra en el campo de batalla, sino en una mesa de negociaciones, pero tenemos que llegar a esa mesa".

Tras la propuesta norteamericana, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, pidió "a los líderes sirios no sólo que entreguen sus armas químicas y las pongan bajo control internacional, sino que después las destruyan", según citas de la agencia de noticias Interfax en Moscú. Si eso ayuda a evitar un ataque militar estadounidense, Rusia abogará por ello ante el presidente Bachar al Asad, añadió. Lavrov sugirió a su homólogo sirio, Walid al Moallem, de visita en el país, que Damasco se una a la Convención de Armas Químicas. "Esperamos una respuesta rápida, y espero positiva", añadió en un comunicado difundido por la televisión pública.

El ministro de Exteriores sirio Al Moallem había acogido poco antes la propuesta. "La República árabe de Siria saluda la iniciativa de Rusia, motivada por la preocupación de la cúpula rusa por la vida de nuestros ciudadanos y la seguridad de nuestro país", dijo Al Moallem ante la prensa en Moscú, citado por la agencia de noticias Interfax.

apoyo de ban ki-moon Poco después, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se sumaba a la iniciativa Ban expresaba su satisfacción por las propuestas anunciadas por los responsables de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y de EE.UU., John Kerry, acerca de la retirada de las armas químicas sirias. Ban anunció que estaba estudiando urgir al Consejo de Seguridad que inste a Siria a reunir en lugar seguro las armas químicas y los agentes precursores para su destrucción. "Estoy estudiando urgir al Consejo de Seguridad que demande el traslado inmediato de las armas químicas sirias y agentes precursores a lugares dentro de Siria donde puedan ser almacenados y destruidos de forma segura", dijo Ban durante una conferencia de prensa. Ban agregó que aún no se tienen los resultados de la misión de expertos que investigó el posible uso de armas químicas el pasado 21 de agosto en la zona de Quta Oriental (cerca de Damasco), en la que según la oposición siria murieron unas 1.500 personas.

Ban dijo que renunciar al control de sus armas químicas "sería lo adecuado" por parte del régimen, y afirmó estar seguro de que la comunidad internacional respondería "de forma rápida" para garantizar que este tipo de armamento es almacenado y destruido de forma segura.

Ban volvió a pedir la reanudación "lo antes posible" de la conferencia internacional de paz de Ginebra sobre Siria, un proceso que lleva atascado más de un año. "La solución política es la única opción viable en este momento", afirmó el secretario general, quien insistió en que tanto él como el mediador de la ONU y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, van a trabajar estrechamente con Estados Unidos y Rusia para intentar reanudar este proceso.

Después del la repercusión que la inicial propuesta de John Kerry había provocado, la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, aseguró que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, hablaba de manera "retórica" cuando dijo que Siria podría evitar un ataque si entregaba todo su arsenal de armas químicas. Según la portavoz, Kerry habló de esa posibilidad "de manera retórica sobre una situación muy poco probable".

En una rueda de prensa, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tony Blinken, se mostraba "tremendamente escéptico" y dijo que el Gobierno todavía no tiene los detalles de la propuesta rusa, pero cuando la reciba la "revisarán con detenimiento". Ahora bien, puntualizó, "no debemos olvidar que Siria tiene uno de los arsenales de armas químicas más grandes del mundo" y que Damasco ha dejado pasar muchas ocasiones en el pasado de renunciar a él.