Washington. La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha desarrollado bombas para destruir depósitos de armas químicas o biológicas sin que ello cause la dispersión de sus elementos tóxicos en el área circundante, según indicó ayer el portal especializado Military.com. La portavoz de la Fuerza Aérea, Jennifer Cassidy, dijo a ese portal que estas municiones se denominan PAW (por la sigla en inglés para Arma de Ataque Pasivo) y CrashPad. La PAW fue desarrollada en secreto mientras Estados Unidos preparaba la invasión de Irak a finales de 2002
La Casa Blanca sostiene que el régimen de Damasco ha usado armas químicas contra la población civil y el sábado pasado el presidente, Barack Obama, anunció que pedirá autorización del Congreso para una respuesta militar.
El Pentágono ha apostado en el este del Mar Mediterráneo cinco destructores equipados con misiles crucero, y según fuentes militares, se ha ordenado el desplazamiento al Mar Rojo del portaaviones Nimitz y su grupo de combate. Según el citado portal, las bombas podrían ser transportadas por aviones como el Eagle F-15, el Raptor F-22, que todavía no se ha estrenado en combate, y los bombarderos B-1 y B-2.
Ninguna de estas aeronaves operan desde portaaviones. El F-22 y los bombarderos B-1 y B-2 son capaces de eludir la detección por radar y son capaces de penetrar en el espacio de un país como Siria, que tiene fuertes defensas antiaéreas.
Grupos como Human Rights Watch y expertos militares han expresado su preocupación por que un eventual bombardeo de almacenes de armas químicas o biológicas pueda liberar los agentes tóxicos con daño aún mayor para la población.
En tal sentido, una de las armas que podrían ser utilizadas para ese cometido, la CrashPad o BLU-119/B, es una bomba con un explosivo incendiario de alta temperatura pensado para incinerar los agentes químicos antes de que sean dañinos, según documentos del Departamento de Defensa estadounidense.
Al igual que otras bombas destructoras de casamatas, esta tiene la finalidad de penetrar las estructuras de hormigón antes de que exploten. Forma parte de los arsenales de países como Dinamarca, Egipto, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Israel, Holanda, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
La bomba tiene una cubierta de acero de unos 254 milímetros de espesor y lleva 240 kilogramos de tritonal, una mezcla de 80% de trinitrotolueno y 20% de polvo de aluminio, y un detonador retardado en cola.
Supuestamente, la elevada temperatura de la explosión destruye los agentes químicos y biológicos antes de que causen daño.