WASHINGTON. El ataque se llevaría cabo con misiles de crucero o bombarderos de largo alcance disparados desde buques de guerra y estaría dirigido contra objetivos militares no relacionados directamente con el programa de armas químicas del país.
El momento del ataque dependería de tres factores: que se completen las informaciones de los servicios secretos sobre la implicación de la cúpula siria en el supuesto ataque con gas venenosos de la semana pasada, las deliberaciones con los aliados y el Congreso y el análisis del marco legal internacional.
Los expertos creen que para la intervención militar se esperaría quizá a la salida del país de los expertos en armas químicas de la ONU.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, explicó anteriormente que Estados Unidos estaba convencido del uso de gas venenoso, lo que supondría el cruce de una "línea roja" trazada por Washington al régimen de Al Assad.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dejó claro el lunes que para Washington hay pocas dudas de que Damasco está tras el ataque del miércoles con cientos de muertos, ya que sólo el gobierno dispone de misiles para disparar armas químicas. "Estudiamos nuestras opciones y el presidente tomará una decisión", dijo.