Bruselas. La Unión Europea va a estudiar todo tipo de medidas para responder a la crisis en Egipto, entre ellas un posible embargo a la venta de armas, pero siempre con la vista puesta en tratar de mantener el contacto con El Cairo para impulsar una solución negociada entre Gobierno y oposición. Las distintas opciones serán discutidas mañana por los ministros de Exteriores en una reunión extraordinaria.

En ella, contarán con una "lista de propuestas" que preparará la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. "Serán los ministros los que el miércoles tomen una decisión, pero será una decisión que trate de mantener canales abiertos, que trate de mantener a la Unión Europea como un actor activo", adelantó el representante especial de la UE para el Mediterráneo Sur, Bernardino León. La canciller alemana, Angela Merkel, ya aseguró el domingo que su país estudiará detener la exportación de armas a Egipto para dejar claro al Gobierno que "la violencia no es aceptable". La UE es un importante proveedor de armas a Egipto por detrás de Estados Unidos y Rusia, según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo. El informe oficial más actual de la UE se refiere a 2011, según el cual se aprobaron licencias para la exportación de armas y equipos militares europeos a Egipto por valor de 303 millones de euros.

Otros ejecutivos comunitarios, como el de Austria, han propuesto suspender la concesión de los hasta 5.000 millones de euros que la UE tiene previsto facilitar a Egipto en concepto de ayudas y créditos hasta que se restaure el proceso de democratización en el país árabe.

La mayor parte de ese apoyo, anunciado el pasado noviembre y previsto para un periodo de dos años, ya se encuentra paralizada desde hace meses por la situación política de Egipto, señalaron fuentes diplomáticas. Además, varios países advirtieron ayer de que no sería positivo detener ciertas ayudas a la cooperación, por ejemplo aquellas destinadas a combatir la pobreza, según las mismas fuentes.

Después de haber evitado catalogar como golpe de Estado el derrocamiento de Mohamed Mursi el pasado 3 de julio, el bloque ha ido endureciendo en los últimos días su postura ante el Gobierno y el Ejército egipcios, conforme ha aumentado el número de muertos en las calles del país. Sin embargo, la prioridad europea sigue pasando por mantener el contacto con las autoridades interinas para impulsar un acuerdo político con los Hermanos Musulmanes y el resto de fuerzas.

Ante la posición de la UE, Arabia Saudí aseguró ayer que los países árabes e islámicos ayudarán a Egipto si fuera necesario compensar una eventual suspensión de la ayuda de las naciones occidentales.