siria. La misión de la ONU encargada de investigar el uso de armas químicas en Siria entró ayer finalmente en el país tras haber retrasado varias veces su visita por problemas logísticos. El equipo cruzó la frontera con el Líbano y llegó a un hotel de la capital siria antes de comenzar sus investigaciones sobre el terreno. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció el pasado miércoles un acuerdo con el Gobierno sirio para que una misión independiente investigue tres posibles casos de armas químicas.

El equipo de Ake Sellström, antiguo inspector de armas químicas en Irak para la ONU, estaba listo desde el pasado mes de abril para entrar en Siria, pero no había podido hacerlo por desacuerdos entre la organización internacional y el Gobierno sirio. Para desbloquear la situación, la alta representante para Asuntos de Desarme de la ONU, Angela Kane, y Sellström visitaron Damasco el pasado 24 de julio para analizar con las autoridades sirias los detalles del despliegue de la misión.

Los expertos proceden de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y de la Organización Mundial de la Salud. Tanto el régimen de Damasco como los rebeldes sirios se han acusado mutuamente de emplear armas químicas. Uno de los lugares al que los investigadores accederán será la localidad de Jan al Asal, en la provincia septentrional de Alepo, donde, según el régimen, 26 personas murieron en marzo pasado en un supuesto ataque rebelde con sustancias químicas.

Y mientras la guerra sigue su curso en Siria, el éxodo de refugiados también continúa. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó el sábado de que su personal en un cruce de la frontera entre Siria e Irak está siendo testigo de lo que parece ser "una marea de personas" que cruzan hacia el territorio iraquí, en un éxodo continuado desde hace al menos tres días.

Solo desde el viernes, cuando el organismo dio cuenta por primera vez de este desplazamiento de sirios hacia Irak, se calcula que más de 20.000 personas han atravesado la frontera procedentes de la región norte de su país, donde los combates se han intensificado. Un éxodo parecido de sirios hacia Irak no se había visto desde que estalló el conflicto armado en Siria hace 28 meses.

Muchos refugiados recién llegados señalaron que habían escapado de zonas como en Efrin, Alepo, Hasake y Qamishly. Los datos llegados desde Irak indican que el sábado 10.000 sirios entraron a Irak, cruzando el río Tigris, por el puente Peshkhabour. Antes de este flujo imprevisto de personas, Irak ya acogía a 154.000 sirios, que se encontraban en este país en condición de refugiados.