László Csatáry, que hasta su detención en 2012 era el criminal de guerra nazi más buscado, murió el sábado en Budapest a los 98 años, sin rendir cuentas por la deportación de unos 12.000 judíos en la Segunda Guerra Mundial. En 1948 le condenaron a muerte por crímenes de guerra. El oficial huyó con documentos falsificados a Canadá, donde ocultó su pasado. En 1997 volvió a Hungría, donde nadie le pidió cuentas hasta 2012.