Detenido en España el pederasta indultado hace una semana por el rey Mohamed VI

El caso salpica al monarca alauí, a Juan Carlos I, al Gobierno de Rajoy y a los servicios secretos españoles

vitoria. El pederasta Daniel Galván, cuyo indulto fue revocado la noche del domingo por el rey Mohamed VI, fue detenido ayer por la Policía Nacional en el Hotel Legazpi de Murcia y se encuentra en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de la provincia española. Marruecos había emitido poco antes una orden de arresto internacional vía Interpol, tras la polémica generada por el indulto real a un pederasta condenado a treinta años de prisión por abusar de 11 menores en el país magrebí. El pederasta será puesto hoy a disposición de la Audiencia Nacional.

El escándalo por el indulto a Galván ha salpicado no solo al rey de Marruecos, que los últimos días ha tenido que hacer frente a inusuales muestras de indignación por parte de sus súbditos, sino al monarca español Juan Carlos I, al Gobierno de Mariano Rajoy y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Desde que se dio a conocer la lista de españoles indultados por la gracia real, los medios de comunicación marroquíes denunciaron que la inclusión de Galván en ella fue debido a una solicitud de los servicios secretos españoles. El motivo sería, según estas versiones, que el pederasta colaboró con estos en algún momento y por algún motivo que aún se desconoce. El CNI ha desmentido estas informaciones, pero en la historia del pederasta hay muchas sombras sin aclarar.

Durante el proceso judicial en Kenitra (40 km de Rabat), Galván habló en árabe y se identificó como kurdo-iraquí, cuya familia cristiana provenía de Basora. Tras servir en Irak, el pederasta se trasladó al Estado español en 1976, adquirió un nombre falso -el que ahora usa- y la nacionalidad española. Su rastro se pierde hasta 1996, cuando es contratado por la Universidad de Murcia, donde impartió clases de árabe, según confirmó ayer el centro docente, hasta 2002. Tres años después, en 2005, Galván se instala como profesor jubilado en Kenitra, Marruecos, con una visa de turista que va renovando cada tres meses.

¿Mediación? Ante las informaciones y debido, sobre todo, a la gravedad de los delitos de Galván, el Gobierno de Rajoy enfrenta estos días también preguntas muy incómodas. "Vamos a preguntar al Gobierno por las mediaciones que han llevado a cabo, por las peticiones que han hecho al Gobierno de Marruecos y al rey de Marruecos para la liberación del pederasta", señaló ayer Ricardo Sixto, diputado de Izquierda Unida. A su juicio, el indulto se produjo después de la visita del rey español "y, por lo tanto, las autoridades españoles han tenido que hacer una mediación para la liberación de todas estas personas ante el rey de Marruecos".

Según explicó a Efe el embajador español en Rabat, Alberto Navarro, el Gobierno español, a través de la legación, presentó a Marruecos dos listas, una con peticiones de indultos, para 15 presos, y otra para el traslado de 33 reclusos. Las dos listas habían sido previamente verificadas por el Ministerio español de Exteriores "para comprobar que no hubiera ninguna persona con delito de sangre", relató Navarro, quien cree que ambas listas debieron ser mezcladas en algún momento, porque el monarca alauí indultó a todos ellos, sin excepción.

El indulto se produjo el pasado martes y, apenas un día después, Galván logró de parte de las autoridades consulares españolas un salvoconducto para abandonar Marruecos. Éste viajó entonces a Ceuta, donde se le perdió la pista por unos días. Mientras, el escándalo ha ido creciendo al punto de que, por primera vez en la historia, Mohamed VI se ha visto obligado a revocar un indulto. Ha abierto también una investigación para hallar a los responsables y ayer se produjo el primer cese por este asunto: el del director de prisiones.

Manifestación la noche del domingo en Kenitra por el escándalo del pederasta indultado. Foto: AFP