el cairo. Egipto celebrará elecciones parlamentarias antes que las presidenciales, al contrario de lo que reclamaban los opositores al depuesto Mohamed Mursi antes del golpe militar, según la declaración constitucional emitida ayer por el presidente interino del país, Adli Mansur. La declaración constitucional sienta las bases del periodo transitorio, que contempla también una reforma de la actual Constitución -suspendida por los militares-, que será sometida a referéndum antes de las legislativas.
La declaración consiste de 33 artículos y concede al actual presidente provisional y a su Gobierno todo el poder legislativo. Según el calendario estipulado en la declaración, los comicios parlamentarios y presidenciales deberían celebrarse a comienzos del año que viene.
Un comité de expertos designado por Mansur deberá redactar las enmiendas a la Constitución, texto que pasará a otro comité integrado por 50 personalidades de la sociedad civil, que deberá darle su visto bueno antes de ser sometido a plebiscito dentro de cuatro meses.
Dos meses más tarde, se deberán celebrar las elecciones parlamentarias (que, según esta hoja de ruta, llegarían a comienzos de 2014), y una vez que se reúna el nuevo Parlamento, tendrá una semana para convocar las presidenciales.
Este anuncio llega al final de un día en el que al menos 51 personas, en su gran mayoría seguidores islamistas, murieron y más de 400 resultaron heridas ante la sede de la Guardia Republicana en lo que los Hermanos Musulmanes han calificado como una "masacre".
El jeque de la institución de Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní, Ahmed al Tayeb, alertó hoy ante el riesgo de una guerra civil, e instó a las autoridades a encauzar el proceso democrático en un plazo máximo de seis meses.
Los Hermanos Musulmanes rechazaron ayer la declaración constitucional emitida la pasada noche por el presidente interino del país, Adli Mansur. En un mensaje en su página de Facebook, el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la Hermandad, Esam el Arian, aseguró que la declaración "devuelve al país al punto cero por segunda vez, igual que antes del referéndum de marzo de 2011, porque usurpa el poder legislativo y un consejo elegido por el pueblo".
"designado por golpistas" Arian añadió que el acta constitucional fue emitida "después de la medianoche por alguien designado por los golpistas". "¿Se ha convertido el pueblo egipcio en un campo de experimentos de los golpistas?. ¿Es posible que quienes han dicho que la experiencia ha fracasado repitan los mismos métodos para tratar con lo que fracasaron?", se preguntó.
Por ello, insistió en que sus seguidores no se rendirán y plantarán cara a lo que considera un "golpe de Estado constitucional". "Ahora está claro: la finalidad (del golpe) no se limita al presidente, sino también a la identidad de la nación y a los derechos, libertades y el sistema democrático del pueblo que garantizó su Constitución", añadió.
Para llevar adelante su hoja de ruta, el presidente Mansur designó al economista Hazem Beblaui fue designado primer ministro de Egipto, mientras que el Premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei ocupará el cargo de vicepresidente. No obstante, los islamistas también rechazaron al nuevo jefe del gobierno de transición, así como también el calendario propuesto por el presidente interino egipcio Adli Mansur para celebrar elecciones en el país en un plazo de seis meses.
advertencia de al sisi Por su parte, el comandante del Ejército Abdel Fattah al Sissi advirtió a los seguidores de Mohamed Mursi de continuar con su política de rechazo. "El destino de la nación es demasiado importante y sagrado como para que se convierta en materia, sea cual fuere el pretexto, de maniobras y bloqueos", señaló en una declaración que fue leída este martes por la televisión estatal. El Ejército no lo aceptará, añadió.
Quién apoya el plan de transición egipcia es La Casa Blanca, que se declaró ayer alentada por la hoja de ruta que sienta las bases para el periodo transitorio en Egipto y que incluye el retorno a un gobierno democrático, mientras sigue sin aclarar si considera o no un golpe de Estado el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi. "Estamos cautelosamente alentados" por la declaración constitucional emitida por el presidente interino de Egipto, Adli Mansur, y que "incluye un plan para el retorno a un gobierno democrático y parlamentario", dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El portavoz afirmó también que el Gobierno de Obama, todavía "no ha tomado una determinación" sobre si calificar de golpe de Estado el derrocamiento de Mursi, lo que obligaría por ley a Washington a suspender su ayuda a Egipto, que asciende a 1.500 millones de dólares anuales.
Por otro lado, el fiscal general egipcio, Abdelmeguid Mahmud, presentó ayer su dimisión ante el Consejo Superior de la Magistratura, como había anunciado, "por no poder continuar con su responsabilidad", informó la agencia estatal de noticias Mena. Mahmud reveló el viernes que tomaría esa decisión para no tener que investigar a quienes le cesaron en su día del cargo, en alusión a Mohamed Mursi.