el cairo. Las Fuerzas Armadas egipcias cerraron ayer las calles que conducen al este de El Cairo, donde los fieles islamistas al presidente depuesto Mohamed Mursi organizan protestas en contra de su derrocamiento.

Fuentes militares informaron a Efe de que los militares tomaron esta medida para impedir que se produzcan enfrentamientos entre fieles y opositores a Mursi.

Las protestas organizadas por las fuerzas islamistas, en su mayoría seguidores de los Hermanos Musulmanes, estaban convocadas en la plaza Rabea al Adauiya y ante de la sede de la Guardia Republicana, en el barrio de Ciudad Naser, donde los islamistas creen que se halla Mursi.

Las fuentes agregaron que quienes quieran participar en esas concentraciones deberán dejar su vehículo antes de los puestos militares y recorrer a pie las amplias avenidas que dirigen hacia ese distrito acomodado de la capital egipcia.

Además, el Ejército desplegó blindados en torno al cuartel, señalaron las fuentes. Según la televisión estatal, los partidarios de Mursi ya habían cerrado previamente los accesos al cuartel general de la Guardia Republicana con piedras y barras de metal, y formaron "comités populares" que se encargan de la seguridad.

Mientras, miles de islamistas se dirigieron hacia la plaza An Nahda, junto a la Universidad de El Cairo. Muchos de los presentes en la plaza eran seguidores del predicador salafista radical Hazem Abu Ismail, que fue arrestado el pasado viernes y permanecerá detenido durante quince días después. Frente a esas protestas, el movimiento Tamarrud (Rebelión) convocó ayer manifestaciones masivas en defensa del nuevo jefe de Estado, Adli Mansur, anteriormente presidente del Tribunal Constitucional Supremo.

Tamarrud organizó marchas que se dirigieron hacia la plaza Tahrir y los palacios presidenciales de Itihadiya y Al Quba, según explicó en su página en Facebook, donde además advirtió de que cualquier otra protesta no será suya, sino de personas que "tal vez quieran atacar a los manifestantes".

Existe el temor a que, pese a la actual situación de tensa calma en el país, puedan repetirse los enfrentamientos que en los dos últimos días dejaron al menos 35 muertos y unos 1.400 heridos, según cifras de Sanidad.