ROMA. El político y empresario, líder del conservador partido Pueblo de la Libertad (PDL), dijo en un comunicado que la "violenta" condena dictada hoy por el Tribunal de Milán es una "ofensa" a los italianos que le han votado y aseguró que tiene intención de "resistir a esta persecución" judicial porque es "inocente".

"Estaba verdaderamente convencido de que me iban a absolver porque en los hechos no había de verdad ninguna posibilidad de condenarme. Y, sin embargo, se ha dictado una sentencia increíble, de una violencia nunca vista ni escuchada antes, para intentar eliminarme de la vida política de este país", afirmó Berlusconi.

"No solo es un episodio de mala justicia, sino que es una ofensa a todos los italianos que han creído en mí y han tenido confianza en mi compromiso para el país. Pero yo, una vez más, pretendo resistir a esta persecución porque soy absolutamente inocente y no quiero de ningún modo abandonar mi batalla para hacer de Italia un país de verdad libre y justo", concluyó.

En la línea de la denuncia pronunciada por "il Cavaliere" se pronunció su primogénita y presidenta del grupo empresarial familiar Fininvest, Marina Berlusconi, quien dijo mediante otro comunicado que la condena a su padre estaba ya escrita desde el inicio del caso, con el guión planteado por la Fiscalía de Milán.

"Este proceso se concibió para celebrarse en las páginas de los periódicos, en los debates de televisión, para destrozar al hombre identificado como el enemigo político a abatir y no para establecer la verdad de los hechos", dijo la mayor de los cinco hijos de Berlusconi.

"Mi padre no podía no ser condenado, pero si era posible, el Tribunal ha ido más allá, superando las peticiones de la acusación (...) No tiene ninguna importancia que después de tantos años increíblemente pasados espiando por el agujero de la cerradura no hayan conseguido encontrar nada, porque no hay nada que encontrar", agregó.

Las tres juezas del caso Ruby dictaron 7 años de prisión para Berlusconi (uno más de lo que pedía la Fiscalía) al cambiar en parte la formulación de uno de los delitos, pues Berlusconi fue condenado por abuso de poder por "constricción" y no por "inducción" como figuraba en la acusación de la fiscal, Ilda Boccassini.

El caso juzgaba la supuesta incitación a la prostitución de menores que cometió Berlusconi al mantener relaciones sexuales de pago con la joven marroquí Karima El Marough, alias Ruby, cuando ésta no había cumplido aún 18 años, mientras que el abuso de poder llega por la llamada que realizó a una comisaría de Milán para exigir que liberaran a la chica tras ser detenida por un robo.