beirut/tel aviv. El presidente sirio, Bachar al Asad, afirma que su país ha recibido ya un primer cargamento de misiles provenientes de Rusia, en una entrevista que fue transmitida anoche por la televisión libanesa Al Manar y que fue adelantada horas antes en extractos por el periódico Al Ajbar. "Siria recibió el primer lote de misiles rusos S-300 y pronto recibirá el resto", dijo Al Asad a Al Manar, voz del grupo chií libanés Hizbulá, aliado del régimen de Damasco.
Durante la entrevista, el mandatario aseguró que "Siria y Hizbulá están en el mismo campo" y habló, además, de los logros de las fuerzas del régimen frente a los rebeldes y de los países que los respaldan. "El Ejército sirio está librando batallas frente a grupos armados y continuará hasta la eliminación de los terroristas", apuntó Al Asad, para quien la balanza en el terreno militar está inclinada a favor de las Fuerzas Armadas.
Asimismo, criticó a los líderes de la oposición en el extranjero y a Turquía, Arabia Saudí y Catar por apoyar y financiar a los grupos armados, lo que, en su opinión, ha permitido que más de 100.000 combatientes árabes y extranjeros entraran en territorio sirio.
Reiteró que el régimen participará en la Conferencia de Ginebra II, prevista para junio, para buscar una salida política al conflicto.
Por otro lado, advirtió a Israel de que el Ejército sirio responderá a cualquier agresión en su territorio. "El Gobierno (sirio) no se opondrá a ningún grupo que quiera participar en la guerra para liberar el Golán", dijo.
Hace dos días, Rusia subrayó que los misiles antiaéreos S-300 que Moscú suministra al régimen sirio son un factor de contención contra una posible injerencia externa en el país árabe. "Consideramos que tales pasos son en gran medida un factor de contención para impedir que algunas cabezas calientes den a este conflicto un carácter internacional con participación de fuerzas externas", dijo Serguei Riabkov, viceministro de Exteriores.
Israel, listo para "golpear" Israel debe prepararse para un nuevo tipo de guerra caracterizado por los ataques con misiles contra lugares habitados, dijo ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras finalizar un ejercicio nacional para preparar al país de cara a futuros ataques. "Nos encontramos profundamente inmersos en una era de los misiles dirigidos contra centros de población", señaló, al tiempo que describió a Israel como "el país más en peligro del mundo". "A nuestro alrededor hay decenas de miles de misiles que pueden golpear el interior de nuestro país", dijo el jefe de gobierno.
La mejor defensa es que la gente se prepare mentalmente. El pueblo debe "cooperar unido para posibilitar que su Ejército golpee al enemigo que nos quiere destruir", señaló Netanyahu.
Israel ya dijo que no se quedará de manos cruzados mirando cómo se produce el previsto suministro de misiles de defensa antiaérea rusos de la última tecnología del tipo S-300 a Siria. "Sabemos lo que hay que hacer si los misiles llegan a Siria", había dicho por su parte el ministro de defensa, Mosche Yaalon, el martes. Israel ve además amenazada su existencia por el programa nuclear iraní y ya amenazó indirectamente en varias ocasiones con un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. En ese caso se teme que Irán pueda disparar misiles contra las ciudades israelíes.