Washington. El acusado de los atentados de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, fue trasladado ayer a un hospital penitenciario federal, informó el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos. Tsarnaev, de 19 años, estaba internado en el Centro Médico Beth Israel Deconess, de Boston, donde fue atendido de las heridas que sufrió durante la operación policial desarrollada para detenerle tras los ataques del 15 de abril con dos bombas en la final de la carrera del maratón de Boston. El hermano mayor de Dzhokhar, Tamerlan, de 26 años, murió el jueves de la semana pasada durante ese enfrentamiento con la policía, tres días después de las explosiones, que mataron a tres personas y dejaron heridas a más de 200.

El portavoz del Servicio de Alguaciles Federales, Drew Wade, informó de que Dzhokhar Tsarnaev quedó confinado en las instalaciones de la Oficina Federal de Prisiones FMC Devens, en Fort Devens, Massachusetts, unos 60 km al noroeste de Boston. Este Servicio de Alguaciles es un organismo (agencia federal) encargado de detener a personas requeridas por las autoridades estadounidenses. Mientras estaba internado en el hospital de Boston, Tsarnaev fue interrogado por la policía federal (FBI) y después la jueza federal Marianne Bowler se personó y le instruyó, el lunes pasado, de sus derechos, principalmente a guardar silencio, ya que todo lo que diga voluntariamente puede ser usado en su contra, y a recibir defensa legal.

La gestión de Bowler ha molestado a los investigadores federales y algunos políticos, como el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, republicano de Michigan. "Tenemos una larga tradición según la cual los jueces no interfieren con las investigaciones", dijo Rogers en una entrevista que publica hoy el diario The Wall Street Journal. "Esto sienta un precedente muy peligroso".

En 1984 el Tribunal Supremo de Justicia validó una excepción a esos derechos que, por razones de seguridad pública, permite que los investigadores interroguen a los sospechosos por un período no determinado sin leerles sus derechos.

Detenciones en Rusia Mientras, las fuerzas de seguridad rusas detuvieron ayer en la capital a 140 personas, entre ellas más de treinta extranjeros, sospechosas de participar en actividades islámicas radicales. Según el comunicado del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), las detenciones se practicaron en una sola vivienda de Moscú que funcionaba como lugar de rezo para la comunidad musulmana. El FSB advirtió de que en muchas ocasiones tras visitar ese centro los fieles musulmanes adoptaban posturas radicales y entraban a formar parte de bandas armas activas en el Cáucaso Norte ruso.

En algunos casos, añade la nota oficial rusa, "también participaban en la preparación y comisión de acciones extremistas y terroristas en territorio ruso". Los detenidos han sido trasladados a la comisaría central del distrito sur de la capital para conocer su identidad. La detención coincidió con la reunión que mantuvo ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, con los miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, con los que abordó, entre otras cosas, "la necesidad de ampliar la cooperación en la lucha contra el terrorismo". Tras el atentado perpetrado por los hermanos Tsarnaev durante el maratón de Boston, Putin ofreció su colaboración al presidente estadounidense, Barack Obama, quien se lo agradeció públicamente. Al mismo tiempo, Putin lamentó que "de forma directa, y en otras ocasiones indirectamente", los países occidentales dieran su apoyo informativo, financiero o político a los islamistas radicales del Cáucaso Norte. "Siempre me ha indignado cuando nuestros socios occidentales, y también los medios de comunicación occidentales, calificaban como 'rebeldes' y casi nunca como terroristas a nuestros terroristas (del Cáucaso), que cometían brutales, salvajes y sangrientos crímenes por todo el país", aseveró. El presidente ruso manifestó su esperanza de que el atentado de Boston acerque las posturas de Rusia y Estados Unidos en la lucha contra las amenazas comunes. "Siempre hemos dicho que no hay que limitarse a hacer declaraciones, sino cooperar más estrechamente. Ahora, esos dos criminales (los hermanos Tsarnaev, de origen checheno, acusados de atentar en Boston) han demostrado que nuestra tesis es correcta", señaló.