Andorra. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió ayer que la actual crisis en la península de Corea ha llegado demasiado lejos, y aseguró que el diálogo y las negociaciones son la única vía para resolverla. Ban Ki-moon, de visita en Andorra, exigió a Corea del Norte cumplir escrupulosamente las resoluciones del Consejo de Seguridad, al tiempo que se ofreció a colaborar en la resolución de la crisis que le enfrenta con su vecino del sur y Estados Unidos. Ban advirtió, asimismo, que "las amenazas nucleares no son un juego" y exhortar a la República Popular a que cese en las "provocaciones". El secretario general de la ONU leyó una declaración en la que reconoce estar "profundamente preocupado" por la situación actual que se vive en la península y considera que "la retórica agresiva y las actitudes militares" solo alimentan el miedo y la inestabilidad en la zona. "Las cosas deben comenzar a calmarse, ya que esta situación, agravada por la falta de comunicación, podría llevar a un camino que nadie desea seguir", insistió el secretario general de Naciones Unidas.

Del mismo modo, indicó que "no hay necesidad de que la República Popular de Corea inicie una carrera de enfrentamiento con la comunidad internacional. Estoy convencido de que nadie intenta atacar a Corea del Norte por desacuerdo con su sistema político o política exterior", ha señalado. Sin embargo, también agregó: "Me temo que otros responderán con firmeza a cualquier provocación militar directa". El máximo representante de la ONU subrayó que "el diálogo y las negociaciones" son la "única manera" de resolver la crisis actual, y se ha mostrado dispuesto a "ayudar a las partes a embarcarse en este viaje".

Las relaciones de Pyongyang con la comunidad internacional se encuentran en un estado de elevada tensión, ya que el régimen lanza amenazas casi diarias a Corea del Sur y Estados Unidos desde que Naciones Unidas le impuso el pasado 7 de marzo nuevas sanciones por su última prueba nuclear de febrero.