ciudad del vaticano. El Papa Francisco ofició ayer su primera misa en el mismo lugar donde fue designado sucesor de San Pedro, la capilla Sixtina con todos los cardenales, ante quienes afirmó que la Iglesia irá adelante "sólo" si camina con la cruz de Cristo.

"Nosotros podemos caminar todo lo que queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no proclamamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos convertiremos en una ONG piadosa, pero no en la Iglesia, la esposa del Señor", dijo el nuevo Papa ante los 114 cardenales que le eligieron el miércoles 266 pontífice de la Iglesia Católica y ante numerosos purpurados octogenarios.

Bajo el Juicio Final, pintado por Miguel Ángel, el primer Papa americano y jesuita de la historia de la Iglesia insistió en que "cuando no se camina, todo se detiene",

En este sentido, afirmó que las tres líneas de la Iglesia son "caminar, edificar y proclamar".

"Tenemos que caminar siempre en presencia de la luz del Señor, con una conducta irreprochable, la misma que Dios pedía a Abraham", agregó el Papa Francisco.

También dijo que hay que edificar sobre la piedra, como Pedro la Iglesia, "ya que si no es así, ocurre como las casas que construyen los niños con la arena de la playa, que se las lleva el agua, todo se destruye porque no tiene consistencia".

Sobre la obligación de proclamar a Jesús, el nuevo papa aseguró que "quien no reza al Señor, reza al diablo, ya que cuando no se proclama a Cristo, se proclama la mundanidad del diablo".

La primera jornada de pontificado comenzó temprano con una visita a la basílica romana de Santa María la Mayor, muy vinculada a España, para rezar ante la imagen de la virgen Salus Populi Romani.

Le acogió el arcipreste de la basílica, el cardenal español Santos Abril, y el vicario de Roma, el cardenal Agostino Vallini.

El Papa rezó unos diez minutos y después visitó el altar mayor donde se custodia la reliquia de la sagrada cuna, en la que, según la tradición cristiana, fue colocado Jesús cuando nació.

Saludó a los sacerdotes y personal del templo, así como a numerosos fieles, entre ellos una mujer embarazada de cinco meses, a la que le dio la bendición.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó ayer que Francisco, tras ser elegido Papa, recibió en la capilla Sixtina la reverencia de los otros 114 cardenales electores de pie y no sentado, como suele ser lo normal en momentos como ese.

Después abandonó la capilla para dirigirse a la residencia de Santa Marta no en el automóvil oficial del Vaticano sino en autobús con los otros cardenales.

Y luego, durante la cena, en medio de un ambiente muy cordial, les dijo a los cardenales: "Que Dios os perdone por lo que habéis hecho".

Francisco también llamó el miércoles por teléfono, nada más ser elegido, al pontífice emérito Benedicto XVI, según el portavoz.

Según Lombardi, de momento no está previsto que el papa vaya a Castel Gandolfo a visitar personalmente a su antecesor.

Francisco rezará el ángelus el próximo domingo, el primero de su pontificado, desde la ventana del apartamento pontificio que da a la plaza de San Pedro, aunque todavía no viva en él.

El apartamento se encuentra precintado desde que se hizo firme la renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero, como establece la normativa vaticana.

Ayer fue abierto de nuevo, pero el Papa jesuita no lo ocupará hasta que no finalicen las obras de remodelación previstas y, de momento, seguirá alojándose en la residencia de Santa Marta, en la habitación 201, que comprende el dormitorio, un estudio y una salita para recibir.

Una vez que se instale en el apartamento papal, al igual que los pontífices anteriores, Francisco traerá desde su casa de Buenos Aires los enseres que considere necesarios, así como los libros que estime y otras cosas de la que era hasta ahora su residencia.

Bergoglio no volverá personalmente a recoger sus enseres. Cuando regrese a Argentina lo hará como jefe de la Iglesia Católica.

La misa solemne de iniciación de pontificado la celebrará el 19 de marzo y a ella se espera la asistencia de delegaciones oficiales de numerosos países y decenas de miles de fieles.