BILBAO. "Estoy muy contento. Siempre el espíritu nos sorprende y siempre las sorpresas son buenas", ha manifestado con satisfacción Iceta en una rueda de prensa convocada minutos después de la aparición de Francisco I en el balcón de la Basílica de San Pedro.

Iceta ha reconocido que al igual que la renuncia de Benedicto XVI, la elección de Bergoglio ha sido "imprevisible" por ser el primer papa latinoamericano y jesuita.

"Al ser una persona que no salía entre los primeros nombres, apenas 24 horas después de comenzar el cónclave, es un buen signo y un signo de esperanza. Los caminos de la Iglesia no son caminos prepensados o previsibles", ha comentado.

Como miembro de la Compañía de Jesús, Iceta ha inferido que Francisco I conoce "muy bien" la "realidad" de Euskadi y sus peculiaridades.

"El que sea jesuita nos llena de gozo. No es extraño que haya estado entre nosotros", ha dicho Iceta al referirse a la posibilidad de que el nuevo pontífice haya visitado la basílica jesuita de Azpeitia.

Iceta, que había abogado por un papa "más joven", ha reconocido que Francisco I, con 76 años, tiene una edad "ya considerable", pero valorado que los cardenales hayan dado prioridad a otros rasgos en su elección.

Aunque tuvo ocasión de saludarle hace cinco años, Iceta ha asegurado no conocer con detalle el perfil de Bergoglio.

No obstante, ha hecho hincapié en que al estar muy preparado intelectualmente, con capacidad de diálogo cultural y conocedor del mundo de la evangelización, reúne las cualidades apropiadas.