naciones unidas. La ONU anunció ayer su decisión de retirar al personal "no esencial" del organismo internacional que trabaja en Siria debido al recrudecimiento de la violencia en el país árabe. Al mismo tiempo los ministros de Exteriores de la OTAN se preparan para dar luz verde al despliegue de misiles tipo Patriot en Turquía para proteger al país ante eventuales ataques desde Siria, una medida que deberán defender ante Rusia.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, precisó que el organismo suspendió también las actividades de su Misión de Supervisión en Siria (UNSMIS) "hasta nuevo aviso". "Es necesario encontrar un equilibrio entre el trabajo que hay que hacer sobre el terreno y la seguridad de nuestro personal en Siria", respondió Neserky cuando le preguntaron por los motivos de la retirada. Esta misma semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que la crisis en Siria ha alcanzado unos niveles de "violencia y brutalidad" que calificó de "atroces".
advertencia La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, de visita en Praga, hizo ayer una "seria advertencia" a Damasco sobre la utilización de armas químicas contra el pueblo sirio, ante las crecientes sospechas de que el régimen de Bachar al Asad pueda utilizarlas.
"Estamos planeando tomar acciones si esa eventualidad se hace realidad", señaló Clinton. El uso de esas armas constituye "una línea roja para Estados Unidos", manifestó Clinton, aunque rechazó precisar las medidas que Washington estudia tomar en tal caso. "No voy a telegrafiar nuestro pasos específicos", dijo.
La secretaria de Estado volvió a denunciar lo que considera como "comportamiento reprensible" de Damasco, debido a las acciones "trágicas" lanzadas contra el pueblo sirio. Recordó la condena internacional del régimen de Asad y que Estados Unidos "está con la comunidad internacional, también en el caso de que haya evidencia de que se haya ignorado la opinión mundial en este tema (el uso de armas químicas)".