Sao Paulo. La victoria del domingo del Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones para la alcaldía de Sao Paulo representa una importante conquista para esa fuerza política de cara a la presidenciales de 2014. El PT, al cual pertenecen la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su antecesor, el carismático Luiz Inácio Lula da Silva, ganó en Sao Paulo, la mayor ciudad del país, con el ex ministro de Educación Fernando Haddad, escogido personalmente por el exmandatario brasileño para desbancar a los opositores que gobiernan en la urbe desde hace ocho años.

El Gobierno municipal de Sao Paulo es una plaza vital para cualquier formación política debido a que la urbe, con sus más de 11 millones de habitantes, es la ciudad brasileña más poblada y además goza de gran importancia para el conjunto del Estado como motor económico. Haddad, que arrancó la carrera electoral con pobrísimos resultados de intención de voto en los sondeos, ha conquistado la "reina de las alcaldías" y será el gestor del tercer presupuesto del país, solo superado por las cuentas del Gobierno central y por las de la Gobernación del estado de Sao Paulo.

Sin embargo, el efecto que este triunfo tendrá en las elecciones presidenciales de 2014 todavía es incierto. "Hay que ver cómo Lula y el PT van a leer el resultado. El problema será si para 2014 van a pasar por encima de los aliados porque creen que pueden ganar solos o si van a buscar alianzas" con los partidos que habitualmente se integran al oficialismo, opina el analista político Luciano Dias, director de la firma Consultoría Política.

En su opinión, el escenario de 2014 estará relacionado con el reparto de secretarías que a partir del próximo 1 de enero hará la administración de Haddad a sus aliados, entre los que hay desde comunistas hasta fuerzas de derecha, una repetición a escala municipal de lo que es el gobierno nacional.