Washington. Antes de las convenciones republicana en Tampa (Florida) y demócrata en Charlotte (Carolina del Norte) las encuestas mostraban un empate entre Obama y Romney para las elecciones del 6 de noviembre. Pero la convención demócrata ha beneficiado al presidente, que ahora tiene cinco puntos de ventaja en intención de voto sobre Romney (49 % a 44 %), según una encuesta de Gallup, y seis (52 % frente a 46 %) de acuerdo con otro sondeo de CNN divulgado ayer.
La campaña republicana no se ha dejado llevar por el nerviosismo y Neil Newhouse, un estratega de Romney, escribió en un comunicado que "la estructura básica de la carrera no ha cambiado significativamente". Newhouse comparó el repunte de Obama en las encuestas con una "subida de azúcar" entre los votantes tras la convención y aseguró que la "realidad de la economía", todavía en recuperación y la principal preocupación de los estadounidenses, terminará imponiéndose para desembocar en una victoria de Romney en noviembre.
Mientras, Romney hizo campaña ayer en Ohio, uno de los estados más decisivos, antes de viajar a Chicago para un acto de recaudación de fondos. "No queremos otros cuatro años más como los últimos cuatro años", dijo el aspirante republicano en un mitin en Mansfield (Ohio) en el que alertó de que la reelección de Obama significará prolongar el alto desempleo y el déficit.
Estados Unidos, el país "más próspero" del mundo, "no debería tener a tantas personas sin trabajo", enfatizó Romney, quien anotó que actualmente hay "47 millones" de desempleados y Obama "no tiene un plan" para atajar ese problema.
una huelga incómoda Por otro lado, en un comunicado Romney acusó al presidente de posicionarse del lado de los sindicatos en la huelga de maestros iniciada ayer en la red de escuelas públicas de Chicago, una de las mayores del país, y que ha dejado a más de 400.000 estudiantes sin clases. Según Romney, que dijo estar del lado "de los padres y los estudiantes", a través de su vicepresidente, Joe Biden, Obama expresó el año pasado al Sindicato de Maestros de Chicago su "afecto" y "compromiso" con ellos.
Obama "no ha expresado ninguna opinión ni evaluación" sobre la huelga, respondió en una rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. La principal preocupación de Obama "son los alumnos y las familias afectadas por la situación", explicó Carney, quien agregó que el mandatario espera una solución "rápida" del conflicto. Se trata de un tema incómodo para la Casa Blanca, ya que enfrenta al actual alcalde de Chicago y exjefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, con los sindicatos, uno de los mayores apoyos del presidente en sus aspiraciones de ser reelegido.
Carney también defendió ayer el "significativo" liderazgo del presidente durante la crisis del año pasado que puso al gobierno federal al borde de la suspensión de pagos y llevó a que Standard and Poor's rebajara por primera vez la calificación de la deuda de EEUU.