Estambul. El Ejército turco realizó ayer maniobras de gran envergadura muy cerca de la frontera con Siria, en un punto a apenas 65 km de Alepo, escenario de fuertes combates entre los insurgentes sirios y el régimen de Bashar al Asad. Según informó ayer la cadena CNNTürk, la 5º Brigada blindada de Gaziantep, provincia meridional, desplazó un importante número de tanques y vehículos blindados de transporte de tropas al punto fronterizo de Öncüpinar, en la vecina provincia de Kilis, para realizar maniobras.
Los tanques llevaban munición, y las maniobras, que duraron aproximada una hora, contaban con cámaras de visión nocturna y plataformas de lanzamiento de misiles antiaéreos, en lo que se ha convertido en la mayor exhibición de poderío militar turco desde que empezó la batalla de Alepo. Los medios de comunicación turcos han interpretado los ejercicios castrenses como una demostración de fuerza contra el régimen sirio, a quien Ankara acusa de ofrecer apoyo a insurgentes kurdos para lanzar ataques contra Turquía.
De hecho, Ankara ha anunciado reiteradamente su disposición a entrar en territorio sirio, en el caso de que las zonas bajo control de milicias kurdas se convirtieran en una amenaza para la seguridad del país, al dar refugio a los guerrilleros del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK). Pero si las últimas maniobras se realizaron más al este, frente a zonas bajo control de los partidos kurdos sirios, éstas se desarrollan en un punto fronterizo más cercano a los combates de Alepo. El sábado, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, advirtió de que en el caso de que continuaran los bombardeos aéreos contra civiles en Siria, Ankara podría iniciar "una misión para proteger dentro de Siria" a los ciudadanos que ahora intentan ponerse a salvo en Turquía.
Mientras, el número de refugiados sirios registrados en campamentos turcos ya supera los 55.000. Asimismo, la guerra en Siria ha empujado a 66.000 iraquíes que se encontraban refugiados en el país a volver a Irak en el último año, según confirmó ayer el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Ginebra. Si en el periodo entre julio de 2011 y junio pasado se registró el retorno de 40.000 iraquíes, el ritmo se aceleró a partir de la tercera semana del pasado julio. Desde entonces hasta hoy se han contabilizado el retorno de 26.000 iraquíes más, señaló el portavoz del Acnur, Adrian Edwards.