Antioquía. Turquía cerró ayer todos sus pasos fronterizos con Siria ante el deterioro de la seguridad, aunque este cierre no afectará al flujo de refugiados sirios que huye del conflicto armado en el país vecino.

El cierre de la frontera, confirmado ayer por el ministro de Economía, Zafer Çaglayan, se hará en los 13 pasos oficiales a lo largo de los 900 kilómetros de la frontera turco-siria, y llega tras los últimos combates entre rebeldes y soldados sirios en los que numerosos camiones turcos fueron destruidos.

La decisión afectará al tráfico ordinario, especialmente al comercial, pero no a los refugiados sirios, que entran y salen del país a través de rutas clandestinas.

Çaglayan precisó que los vehículos turcos no podrán entrar en Siria, pero que se permitirá la entrada de coches sirios para aprovisionarse y volver a su país, así como de quienes estén en tránsito por Turquía y se dirijan a terceros países.

Gran parte de los pasos fronterizos está ya en manos de las fuerzas rebeldes que se enfrentan al régimen sirio de Bachar al Asad, bien del Ejército Sirio Libre, compuesto por desertores, o bien de milicias kurdas.

Según el diario Hürriyet, sólo tres pasos seguían abiertos en la práctica al tráfico rodado y otros dos, que también se cerrarán durante el día permitían sólo el cruce de peatones.

El cierre de los pasos fronterizos no equivale a una prohibición de viajar a Siria, ya que los ciudadanos y camiones turcos podrán seguir entrando en el país árabe a través de terceros países.

El cruce de la frontera se ha hecho cada vez más peligroso para los camiones que transportan mercancías entre ambos países, ante el riesgo de que quedar atrapados en el fuego cruzado entre rebeldes y tropas regulares.