Kiev. La decisión del Parlamento ucraniano de aprobar una nueva ley de idiomas que otorga estatus de lengua oficial regional al ruso ha indignado a la oposición y a los movimientos nacionalistas, y ha desatado una nueva crisis política en el país. La polémica normativa fue aprobada el martes en la Rada Suprema (Parlamento) a espaldas del presidente de la Cámara, Vladimir Litvin, quien ha denunciado una maniobra de los promotores de la misma para apartarle de la votación. Desde entonces, cientos de personas protestan en las principales ciudades del país en contra de una norma que oficializa al ruso en las regiones donde es hablado por al menos el 10 % de la población.

La maniobra ha ahondado, además, la división existente entre las fuerzas que sostienen al presidente del país, Víctor Yanukóvich, promotor de la norma, y los grupos de oposición, en particular los nacionalistas, férreos defensores del ucraniano como única lengua vertebradora de la identidad nacional del país.

Entre ellos se encuentra el propio Litvín, quien ha dimitido después de denunciar que fue apartado "con malas artes" de la votación.

aprovecharon su ausencia Según el presidente de la Rada, que tiene su propio grupo en el Parlamento, pasado el mediodía del martes fue invitado a una reunión con Yanukóvich, que se prolongó hasta muy tarde, ausencia que fue aprovechada para votar la ley de idiomas. "Me parece que, en primer lugar, me habéis engañado a mí, al pueblo ucraniano. Los resultados de esa votación tendrán graves consecuencias", dijo Litvín.

Sin embargo, un total de 19 diputados del Bloque de Litvín votaron, en ausencia de su líder, a favor de la ley de idiomas respaldada por el oficialismo. La decisión de la mayoría parlamentaria no tardó en indignar a miles de ucranianos, y desde Kiev, donde el mismo martes se produjeron las primeras protestas, las manifestaciones y piquetes se han extendido a toda Ucrania.

Agentes antidisturbios y algunos exaltados se enfrentaron ayer miércoles en la capital, a las puertas de la Casa Ucrania, donde medio millar de manifestantes siguen concentrados para expresar su rechazo a la ley. La policía reconoció haber usado gas lacrimógeno para aplacar los ánimos de algunos opositores, aunque aseguró que sus agentes también fueron atacados con el mismo gas desde la multitud.

Algunos líderes de la oposición, entre ellos el también dimisionario vicepresidente de la Rada, Nikolái Tomenko, miembro de Batkivschina, partido presidido por la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko, se acercaron a la Casa Ucrania para instar a los manifestantes a una protesta indefinida.

Alrededor de 200 personas desplegaron un campamento en el centro de la ciudad de Poltava, en el este del país, para protestar contra la ley aprobada este martes.