París. Los abogados de Dominique Strauss-Kahn recurrieron ayer la decisión de un juez neoyorquino que rechazó su petición de que la demanda civil que el político francés tiene pendiente fuera desestimada alegando inmunidad diplomática. Así consta en unos documentos judiciales presentados por el equipo de letrados que representa al exdirector gerente del FMI ante el juzgado de Douglas McKeon, el magistrado que lleva el caso de la demanda civil presentada por Nafissatou Diallo, la mujer que acusa a Strauss-Kahn por agresión sexual.

El caso pasará ahora a menos del Primer Circuito de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, que deberá pronunciarse sobre el recurso presentado ayer por los abogados del político socialista francés, quienes buscan de esta forma que se desestime la demanda contra su cliente. El juez McKeon rechazó el pasado 1 de mayo la petición de la defensa de Strauss-Kahn para que se desestimase el caso civil alegando que su cliente gozaba de inmunidad diplomática cuando se produjo la supuesta agresión en la habitación del hotel Sofitel el 14 de mayo de 2011.

Entonces, el juez recordó que el político socialista renunció voluntariamente a su puesto días después de su detención, por lo que "no era ni empleado del FMI ni enviado diplomático, ni agente diplomático" después del 18 de mayo de 2011, fecha de su dimisión y por lo que "no disfrutaba de inmunidad". Los abogados de Diallo solicitaron ayer al juez McKeon que curse citaciones para que la oficina del fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, y los agentes de la policía neoyorquina aporten documentación sobre su investigación de lo ocurrido el 14 de mayo de 2011 en un hotel de Manhattan.

La defensa busca documentos "escritos, grabados o guardados electrónicamente" sobre la investigación de la supuesta agresión sexual en posesión de la policía neoyorquina y la fiscalía de Manhattan, pero ambas entidades rechazan la petición alegando que hay secreto de sumario. El mediático caso contra DSK comenzó el año pasado con su detención en el interior de un avión en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York cuando se disponía a viajar a París, después de que la Policía recibiera la denuncia por agresión sexual. Continuó entonces con un proceso penal de varios meses del que finalmente el político socialista francés quedó libre de cargos a finales de agosto pasado, cuando la Fiscalía pidió que se desestimara el caso por falta de credibilidad en el testimonio de la demandante.