Bilbao. Poco después de tomar posesión como presidente de Francia, el socialista François Hollande viajó a Berlín. Allí le esperaba una Angela Merkel "con los brazos abiertos", sin embargo, destacó el frío apretón de manos entre ambos líderes a diferencia de los abrazos entre la canciller alemana y el exmandatario conservador Nicolas Sarkozy. Dos días antes, los socialdemócratas alemanes habían obtenido una victoria contundente en el land más poblado de Alemania: Renania del Norte-Westfalia. El SPD ganó las elecciones regionales con el 39,0% de los votos frente al 26,3% de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.

A pesar de que estos resultados hay que interpretarlos en clave regional, por la pésima campaña del candidato -el ministro federal de Medio Ambiente, Norbert Röttgen-, ambos acontecimientos han dado alas a la socialdemocracia alemana, que esta misma semana ha presentado sus propuestas frente a la política de austeridad de Merkel, que han denominado Salida de la crisis. Crecimiento y empleo en Europa. "Lo que queremos es presentar un programa para salir de la crisis que funcione mejor que el que han seguido los gobiernos conservadores bajo Merkel y Sarkozy", subrayó el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, quien anunció que las propuestas habían sido desarrolladas en un trabajo común con el Partido Socialista francés.

El SPD y Los Verdes miran ya a las elecciones generales de 2013. De momento, las encuestas auguran una victoria del partido de Angela Merkel el próximo año, sin embargo, Walter Haubrich, corresponsal en Madrid del diario Frankfurter Algemeine Zeitung, pronostica el triunfo de socialdemócratas y verdes, a pesar de que la CDU sea la fuerza más votada. "Esto será, sobre todo, por la caída de los liberales, los socios de gobierno de Merkel. Han tenido malos políticos y la gente tiene la idea de que es un partido que no es necesario. Además, se asocia con los más ricos", explica Haubrich. Asimismo, hay que tener en cuenta la irrupción del Partido Pirata, presente ya en cuatro parlamentos regionales tras lograr, de media, el 7% de los votos.

Candidatos para 2013 El Partido Socialdemócrata alemán tiene que elegir aún a su candidato y aunque esta semana ha sonado con fuerza el nombre de la primera ministra de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, Haubrich no cree que sea la elegida. De hecho, ella misma ha descartado que tenga intención de presentarse a los comicios federales. Sin embargo, su popularidad ha subido como la espuma desde su victoria electoral del pasado domingo y una primera encuesta, dada a conocer el viernes, la colocaba como la favorita para convertirse en la próxima canciller, por encima de Merkel. Según un sondeo publicado en la web Zeit Online, Kraft obtendría un 43%, nueve puntos más que la actual canciller.

El corresponsal alemán destaca que la contienda en el seno de la socialdemocracia está entre tres hombres: el presidente del partido, Sigmar Gabriel; el exministro de Asuntos Exteriores Frank-Walter Steinmeier; y el exministro de Finanzas Peer Steinbrueck. "Este último no es muy popular, pero se tiene la percepción de que es el hombre que se necesita en estos momentos". Angela Merkel tiene dos frentes abiertos frente a su política de austeridad, por un lado en Europa, con Hollande; y, por otro, en su propio país, con los socialdemócratas. De hecho, la canciller alemana necesita el apoyo de la oposición para sacar adelante su conjunto de medidas fiscales en el Parlamento.

De momento, los socialdemócratas no se han pronunciado en contra de las medidas de austeridad, bien vistas entre el electorado alemán -"en Alemania se ven las medidas de austeridad como necesarias", explica Haubrich-, sino que abogan por complementar el pacto fiscal con propuestas de crecimiento, al estilo de Hollande. El SPD apuesta también por un impuesto sobre las transacciones financieras, inversión en los fondos estructurales europeos en proyectos de crecimiento, el refuerzo del Banco Central de Inversiones y la emisión de deuda europea vinculada a proyectos concretos.

Con respecto a Europa, Hollande y Merkel están condenados a entenderse, aunque los analistas no prevén un acercamiento drástico en las próximas semanas, teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones francesas de junio y que el flamante presidente galo no puede ceder tan pronto con respecto a sus promesas de campaña.

Fuentes del Gobierno alemán aseguran, asimismo, que Merkel no tiene intención de hacer grandes concesiones a Hollande más allá de acordar un pacto de crecimiento. "Desea hablar de un crecimiento intensificado y estrategias de empleo, siempre y cuando no involucren nuevos gastos en el déficit", apuntaron esas fuentes a la agencia de noticias Reuters.

"Hollande va a intentar hacer una política común con Merkel; tampoco Francia es tan fuerte como para poder ir por un camino propio", asegura Haubrich, convencido de que ambos países están condenados a entenderse y de que, finalmente, el socialista francés tendrá que ceder. La canciller alemana cuenta con el visto bueno de los electores alemanas a las políticas de austeridad y, en Europa, con el de países como Holanda o Austria. "Lo que pasa es que la situación del euro y de la Unión Europea perjudica a Merkel. La canciller lleva una política a favor de ayudar a los países que están en dificultades y los electores alemanes piensan que esto les va a costar mucho dinero. Se piensa que los países del sur no funcionan o, como dicen allí, que no trabajan lo suficiente y esto hace que, por primera vez, haya una ola de antieuropeísmo", explica el corresponsal de Frankfurter Algemeine Zeitung.

Una encuesta realizada por el Instituto Infratest y dada a conocer esta misma semana por la cadena ADR arroja el siguiente dato: el 49% de los alemanes piensa que la creación del euro fue un error y dos tercios defienden la salida de Grecia de la eurozona. Haubrich manifiesta que "hay una crítica a la Unión Europea, de que se ha dejado engañar por Grecia con cifras falsificadas, dicen que algunos países no se han tomado en serio las medidas de austeridad", agrega.

Salida del ministro estrella Tres días después de la histórica derrota de la CDU en Renania del Norte-Westfalia, la canciller anunció el cese inmediato de quien hasta entonces se consideraba su "alumno ejemplar", una de las jóvenes promesas democristianas, y cuyo nombre sonaba para sucederla. Röttgen era hasta esta semana el ministro de Medio Ambiente, con quien Merkel había diseñado el apagón nuclear para 2022, pero el pasado miércoles fue destituido de forma fulminante, una "decisión propia" de Merkel que ya le ha valido críticas en su partido.